El poder del discurso persuasivo tiene como finalidad el convencimiento; hoy en día, prácticamente se utiliza para convencer y hacer cambiar de opinión eficazmente a la audiencia, empleando herramientas así como argumentos predominantes para captar la atención del pueblo, dando oportunidad de cuestionar los hechos y plantear soluciones que motiven a su audiencia con empeño influyente.
El discurso debe transmitir confianza, credibilidad y ser factible, conectando palabras que impacten el interés del pueblo de una forma clara y comprensible, haciendo reflexionar al auditorio, inspirarlo e impactándolos.
El jueves de la semana pasada, el mandatario Omar Fayad resaltó la necesidad de un trabajo en unidad que permita evitar cualquier colapso a nivel del sistema de salud del estado para controlar los efectos negativos de la pandemia así como erradicar los grupos delictivos y los cárteles del crimen organizado que se dedican al robo de combustible; además, el gobierno afirmó que es común que las sociedades tiendan a radicalizarse, donde la polarización se convierte en una ruta rápida y de fácil acceso al crimen organizado.
Señaló que todo esto lleva a romper el tejido social, aunado al vínculo existente con los alcaldes de Ixmiquilpan y Zimapán que están vinculados con la banda de Los Hades a quienes presuntamente brindan protección, agregando que tras un trabajo coordinado entre las instituciones municipales, estatales y federales se ha logrado reducir los índices delictivos en Hidalgo. Es así como el gobernador presentó diversas acciones de su administración para reducir su acción delictiva, mostrando en el discurso su habilidad de persuadir al pueblo y a la autoridad federal.
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