No solo en Hidalgo los procesos de democratización han hecho que los ciudadanos participen más en la política, además de legitimar a sus representantes a pesar de que esto aún es oscilante y parece depender de dos factores opuestos en el entendido de hacer política.
El primero es la confianza en las instituciones políticas y logros que ha tenido el Instituto Nacional Electoral (INE) de garantizar el derecho al voto, mientras que en el otro punto están la desconfianza y el sentimiento negativo respecto a la política y los políticos, así como a los partidos que hasta el día de hoy se mantienen muy abajo del promedio de la credibilidad y confianza y bastante cerca del hartazgo de la gente.
Pese a esto, no se ve algún acuerdo para que los partidos analicen las causas de la desconfianza y el hartazgo de la ciudadanía. Esto es motivo de lo que estamos viviendo en Hidalgo, de que a tres meses de la elección más del 61 por ciento de la gente no conoce a los precandidatos.
Además, 48 por ciento de los hidalguenses no está a favor de ninguno de los partidos.
Estos son resultados que arrojó una encuesta elaborada por el Colegio Libre de Hidalgo que revelan cómo están actuando los partidos, como Morena, que a la fecha ni sus dirigentes saben quiénes son los posibles candidatos, mucho menos la ciudadanía, por una estrategia equivocada, más bien la vieja práctica del priismo de dejar las cosas al último momento, esto evidencia los conflictos internos que vive este partido.
Por ello no se le augura buenos resultados, como lo que pasó en la elección para presidentes municipales del 18 de octubre de 2020.