La comparecencia es la facultad del Poder Legislativo por la cual convoca a los servidores públicos, llámese secretarios y titulares de dependencias de la administración pública del estado, para informar sobre los resultados que han logrado.
Mediante la comparecencia pública se cuestiona a los integrantes del gabinete respecto a la rendición de cuentas, se debaten algunos puntos y proyectos de suma importancia que son de su competencia e interés social que deben ser difundidas a la ciudadanía.
Las recientes comparecencias en el estado de Hidalgo han sido un informe de actividades de cada secretaría, una pasarela de funcionarios y servidores públicos, a esto le sumamos el acarreo de personas beneficiarias de programas sociales utilizados como estandartes por el apoyo que se les brinda; lo peor del caso es que hasta la vestimenta fue impuesta para ser identificados.
Estas personas han sido utilizadas para aplaudir y echar porras tras una señal, han hecho de esto un circo con la finalidad de ver quién tiene más seguidores y alimentar su ego.
Es irrisorio que se vistieran con las mejores ropas, fingir la sonrisa, la entrada con la salutación persona a persona, las felicitaciones por parte del pleno en vez de cuestionar los resultados.
Los secretarios fingieron tener todo el apoyo para su próximo proyecto de elección popular; lo único real que figuró en las comparecencias es que cada titular se dio a la tarea de llevar gente, entre ellos obligaron a los artesanos de la feria ha asistir para llenar y ser parte de su circo; sin embargo, no perdieron el tiempo escuchando la comparecencia, su tiempo lo utilizaron para seguir bordando sin prestar atención al evento.
Los hidalguenses después de todo este circo, maroma y teatro quedaron lastimados porque no obtuvieron información o un debate de ideas por parte de los representantes del pueblo, solo han dejado la imagen de unos funcionarios que no han dado el ancho a la confianza y al proyecto de cambio que puso sobre ellos el gobernador Julio Menchaca.
