Hace muchos cientos de años, el rey más grande que el pueblo hebreo tuvo -el rey David- escribió en alguno de sus versos que la Hermosa Provincia era el gozo de toda la Tierra (Salmo 48:2). Sus palabras aseguraban que en sus palacios, en los palacios de la Hermosa Provincia, Dios era conocido como refugio. Miles de años después de haberse pronunciado estas palabras, una colonia fundada a mediados de los años cincuenta del siglo pasado, recibiría el nombre de Hermosa Provincia. Y entonces como ahora, las palabras del rey David pareciera que fueron escritas como profecía de lo que habría de ser y no de lo que en ese momento era.
Año con año, la colonia Hermosa Provincia en Guadalajara, Jalisco, recibe a miles de delegados que han sido convocados por el apóstol de Jesucristo, hermano Naasón Joaquín García, para participar de la Santa Cena instituida por Jesucristo hace más de dos mil años. La fiesta religiosa de los creyentes, la más grande de todas según la fe de los cristianos, tiene por objeto recordar la muerte que el Hijo de Dios tuvo para dar salvación a toda la humanidad y, al mismo tiempo, anunciar que Cristo habrá de regresar a la Tierra una vez más para llevar consigo a los que hayan creído en su prédica. Y aún más. La Santa Cena es un oasis espiritual, para el cristiano que viaja varias horas para trasladarse hasta Guadalajara, para el que todo un año espera estos días, para el que habiendo escuchado la invitación apostólica, se dio prisa en preparar su ser de la mejor manera posible. El hermano de la Luz del Mundo viaja para reconciliar su espíritu con su Señor –Jesucristo-y para ser uno solo con Dios. Viaja para alcanzar la libertad perfecta, la fusión del espíritu y el descanso para el alma cuando, mediante la oración apostólica, puede volver a encontrarse con su Dios.
Mientras esperan la segunda llegada de Jesucristo, los creyentes de la Iglesia La Luz del Mundo participan de las actividades religiosas, exclusivamente religiosas, que componen o integran el preámbulo de la Santa Cena. Por eso Hermosa Provincia es el gozo de la Tierra, porque la Hermosa Provincia es el corazón del apóstol de Jesucristo, hermano Naasón Joaquín García. En la elección que Dios le ha otorgado, en el ejercicio de sus facultades, los hermanos encuentran cientos de razones para agradecer a Dios y adorar su nombre, encuentran un oasis espiritual, encuentran paz y tranquilidad para sus almas. Porque en sus calles -parafraseando al rey David- Dios es predicado y conocido como refugio, como necesidad y consuelo, como grandeza y misericordia, como justicia y perdón, como gracia y amor, como hacedor de maravillas.
Estar en Hermosa Provincia no se refiere a las calles ubicadas en la colonia al oriente de Guadalajara. Estar en Hermosa Provincia es reconocer en la persona del hermano Naasón Joaquín, al elegido por el Creador para guiar los destinos de la Iglesia en este tercer milenio, porque el tiempo de La Luz del Mundo ha llegado.
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Oasis espiritual
- Columna de Sara S. Pozos Bravo
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Sara S. Pozos Bravo
Jalisco /