Aunque todos sabemos que la política es imprevisible, me queda claro que con Samuel García la cuestión es diferente. ¿Cómo pudo equivocarse tantas veces en un periodo tan corto? Un joven que exudaba un futuro prominente, pero que se desbocó en la antesala del momento más importante de su carrera.
¿Te cuento una anécdota? Hace meses publiqué un tuit anticipando la situación actual y luego me llamaron diferentes colegas conectados con Movimiento Ciudadano para decirme que estaba equivocado. “MC plantea a Colosio como candidato estatal”, escribí cuando aún Samuel no estaba tan manchado como hoy, pero me respondieron que era mentira y que el partido estaba muy firme con su candidato.
¡Mentira! Llevan muchas semanas planteando diferentes escenarios porque el temor los está paralizando ante la probable derrota simultánea por la gubernatura y la alcaldía de Monterrey. Y esta incertidumbre está relacionada con la sobreprotección al apellido Colosio y las consecuencias irremediables de una mala decisión electoral a estas alturas.
Por eso, primero, el 6 de agosto del 2018 y luego el 24 de junio de este año describí en este espacio editorial que la estrategia que deben seguir los futuros candidatos debiera apegarse a lo que denota la presidencia de la nación y al contexto covidiano que ahora nos atormenta.
Y del perfil que empieza a demostrar Morena, lo que debe vislumbrar MC es que el PRI está creciendo sobre las dudas que ambos jóvenes están planteando. Por la gubernatura, será Clara o Tatiana contra Adrián de la Garza y en esa mesa de debate veo muy inmaduros a los naranjas. ¿Samuel hoy? No les dura un round ¿Y Colosio? Madres, no sé. Por eso creo que la decisión debe tomarse ya.
¿Por qué ahora? Colosio es un prospecto mucho más confiable que Samuel, pero no puedes quemarlo. Certeza que me preocupa porque Paco Cienfuegos sigue reforzando una red de alianzas multipartidistas que vapulea la novatez estructural de MC y también de su candidato. Contexto que probablemente imponga al PRI en Monterrey y (a su vez) debilite demasiado a los naranjas a la hora de pelear a nivel estatal
¿Entonces? ¿Qué hacemos con Colosio? La pregunta del millón para un apellido de sangre azul que debiera evitar mancharse tan pronto ante la primera gran encrucijada de su carrera.
