Juro que lo intento pero no puedo. Después de ver varios capítulos de otra serie televisiva sobre temas narcos le pongo pausa y me hundo en mi almohada entre recuerdos y reflexiones de una época que nunca debiéramos minimizar. Hoy, con un caos político a cuestas y guerras callejeras de baja intensidad, la realidad de Nuevo León nos acostumbró a convivir con una pesadilla que muta cada año
Neta que te recomiendo Zero Zero Zero porque las coincidencias están cabronas. Buena radiografía (con sus libertades narrativas obvias) que abarca desde el entramado trasnacional hasta el narcomenudeo más urbano de nuestros barrios. Coyuntura que incomoda, porque ya estamos cerrando el 2020 y muy poco ha cambiado.
“¿Cómo? ¿Pero ya vivimos más tranquilos no?” típica pregunta que está muy alejada de una Sultana donde el crimen organizado y sus ramificaciones políticas aprendieron a delinquir sin reventar el sistema.
¿Cómo operan? De afuera hacia adentro del estado. Primero las periferias (Cadereyta, García, etc.) para la logística y luego los primeros cuadros Monterrey y San Pedro, donde hay zonas que hasta dos organizaciones cobran piso. Con el covid al acecho, el narcomenudeo cambió de estrategia, pero sus ingresos siguen siendo muy elevados. Cárceles controladas son sinónimos de dinero y operar fuera del prime time es definitivo.
Y otra aspecto crucial hacia el 2021 serán las elecciones y la necesidad de dinero en efectivo. Cada estructura política se aceita con billetes y ganará quien pueda movilizar más volumen entre sus plataformas ciudadanas. Esto significa maletas, bolsos y chingos de billetes de 200 pesos fuera del sistema bancario.
¿Quieres más? Elige la postal comercial que quieras de nuestra polifacética área metropolitana y sus aires faraónicos serán proporcionales a la liquidez de capital que alimenta las estructuras delincuenciales (lavado de dinero) y su correlación con la política más sórdida.
En conclusión, ver cada serie televisiva sobre narcotráfico debiera recordarnos a Nuevo León porque desde hace muchos años vivimos en un estado narco. Su evolución me preocupa y mucho. Bajaron su perfil, pero siguen desangrando nuestra ciudad y miles de familias lo lloran. ¿Cuánto empeorará la situación en el 2021? Bastante, porque cada cartel dominante representa a un grupo político que querrá imponerse y como en todo, los que menos importamos en este guión somos tú y yo.