La política ha sido definida durante siglos como el arte de lo posible. Todo puede ocurrir porque somos capaces de enterrar los principios con tal de ganar. Alianzas entre opuestos, apretones de manos orquestados y personajes diseñados a medida con la exactitud de una película joligudense.
¿Exagero? No y dudo mucho que me contradigas porque tenemos años observando a Nuevo León de cabeza y sin rumbo. Estamos tan mareados democráticamente que creemos saberle a un juego cuyas reglas ni siquiera existen.
Y con las elecciones del 2021 ya en el horizonte, ¿quieres saber realmente lo que se está orquestando? Okey, aquí te van algunos puntos:
1) Sabemos que ningún independiente volverá a ganar. No hay discusión para la decadencia de un ideal que el gobernador pisoteó de una forma mezquina y nula de resultados.
2) Entendiendo eso, el primer enfoque viene desde la Federación con un Morena verborrágico, pero nulo de sistemas. O sea puede apantallar, pero en Nuevo León no tiene estructura y sus núcleos de trabajo son un caos.
3) ¿Morena no es sinónimo de victoria? En la Sultana no y por eso aparece Clara Luz ante una encrucijada impensada. Sabe que por la libre no ganará y solo le queda el partido del Presidente en una coyuntura sólida (en apariencia) por el esquema mediático que exponenció el grupo Escobedo desde su feudo
4) A su vez, los naranjas están a la deriva y quitaron todos los espejos de sus sedes para no verse los rostros demacrados por una realidad que su ego enfermó. ¿Colosio? Todo dependerá de él. Lo demás no existe.
Y te preguntarás ¿Dónde está el PRI o el PAN? Sentados en la misma mesa y sabiendo que estos cuatro puntos son suficientes para unir fuerzas y empujar al precipicio electoral a quienes quisieron adueñarse de su sultana bipartidista.
Ambos tienen un gran enemigo denominado Morena y hoy cada negociación y estrategia estatal la están diseñando para derrotar a AMLO en Nuevo León. “Aquí no entra. Haremos lo necesario para ir en coalición”.
Frase temeraria que me expresó un patriarca tricolor y que al principio me divirtió, pero luego me hundió en el sofá. ¿Y si, sí? Comparten arcas casi ilimitadas, el manejo a destajo de distritos, líderes comunales y la necesidad de tapar tanta mugre que podemos olerla a kilómetros.
Piénsalo y verás que no es una locura. Lo primero que te recomiendo es que analices el mapa político de México y muchas señales de alianzas que antes parecían impensadas.
¿Que los pactos no sirven? Estoy de acuerdo y la próxima columna lo analizaremos. Y mientras el fin justifique los medios y la gente sea la que se chingue… pues, tú sabes, la política es el arte de lo posible y más cuando puedes recuperar un trono que creías perdido.
