Me queda más que claro que este 2020 será recordado como el año del covid y todo lo funesto relacionado con él. Hoy, último día, hablamos sobre récord de hospitalizaciones, porcentajes altísimos de pacientes intubados y nos hemos vuelto especialistas en ocupación hospitalaria en Nuevo León, como si nada más existiese a nuestro alrededor.
Y quiero hacer hincapié en esta manera de pensar porque hace un rato me encontré hurgando en las estadísticas de delitos y me llevé varias sorpresas que quiero compartirles aquí. Primero, porque me di cuenta que hace mucho dejé de pensar en robos, asesinatos u otras contravenciones porque el covid ocupó mi mente. ¿No te pasa a ti? Piensa un minuto sobre el porcentaje de información negativa que los medios o las personas estamos compartiendo sobre cuestiones ajenas al virus. ¿No te da la sensación que es menos?
Buscando respuestas me hundí en los portales oficiales de la Fiscalía General y encontré tanta sangre entre las estadísticas de 2020 que me desalentó comprender que no hemos mejorado nada a pesar de la pandemia.
¿Fui muy optimista? Quizá porque imaginé que estando en casa y fortaleciendo los lazos con los nuestros algunos índices mejorarían. Pero después también visualicé que para sacar conclusiones sociológicas también debíamos agregar los datos económicos de una población que fue muy golpeada por el desempleo, la inflación y las quiebras de negocios.
Tomando todo en cuenta, sí hace sentido entender que, según la Fiscalía, superamos al 2019 en violencia intrafamiliar, robos con/sin violencia, delitos sexuales y en homicidios quedará apenas abajo, pero suficientemente abultada la cifra para superar al 2017 y 2018.
¿Moraleja? En la vida siempre existirán necesidades que superan a las otras y las opacan. Hoy, el miedo a la vulnerabilidad a la que nos empuja el covid nos tiene tan preocupados que no pensamos en otras cosas, pero el mundo sigue girando y debiéramos estar atentos sobre lo que pasa a nuestro alrededor.
Y si quieres tomarlo como una consecuencia del virus, adelante… pero me preocupa que dejemos de prestar atención a delitos que se acumulan a la sombra del covid porque debiéramos detectar las causas para amortiguar el problema desde la raíz. Los números rojos siguen ahí, casi no se han modificado, y esto demuestra que tenemos un comportamiento delincuencial enraizado en Nuevo León.
Somos una sociedad violenta y no hay otra manera de describirnos ¿exagero? No ¿Quisiera echarle la culpa al covid? Sí, y sería lo más simple, aunque prefiero quedarme con la hipótesis sobre una nueva crisis social que siempre tiende a empeorarnos en vez de aprovechar la problemática para mostrarnos una luz de "humanidad".