Política

Feminismos y violencias

Una clave de la violencia machista, elemento estructural del deplorable patriarcado que se asocia a todas las violencias desde la óptica de diferentes feminismos, es el presupuesto de “deshumanizar” al otro, de constituirlo en “algo” y evitar que sea reconocido como “alguien”, de situarlo, en su caso, en “alguien” de menor valía.

Cuando ha tenido lugar la devaluación o minusvaloración de la otra, del otro, puede entonces, y ocurre, cualquier violencia, verbal, física, simbólica.

Ningún feminismo consistente con separarse de esa forma de deshumanizar puede justificar la violencia, ni contra las mujeres policías cuya dignidad es igual a la de cualquiera otra persona.

Nadie mínimamente informado y con experiencia de vida desconoce que como comunidad debemos perseguir a los responsables de feminicidios, violaciones y los delitos cometidos en el cuerpo y en contra de la dignidad de cualquier niña o mujer.

“No hagas lo que no quieras que te hagan”, han dicho mujeres desde la religión o lo jurídico, desde lo identitario de cualquier comunidad.

Apoyándose en las reflexiones de la filósofa feminista Angela Davis, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, extendió una invitación para dialogar sobre lo que debemos hacer para enfrentar el problema de la violencia de género y familiar que desde el Consejo Ciudadano, por ejemplo, observamos cuadruplicarse durante los primeros dos meses de la fase III de la pandemia.

Los posicionamientos enérgicos de Sheinbaum son solidarios con las mujeres policías, con la secuencia de trabajo que existe respecto del problema de violencia y estuvieron acompañados de la insistente invitación a participar en la mesa con autoridades y otras colectivas —como en femenino subrayadamente tenemos derecho y ganas de llamarlas— para quienes justificadamente no es tolerable mayor violencia… aunque algunas difieren al señalar como inaceptable la violencia contra las mujeres policía y otras evaden referir y reprobarla.

La bomba molotov, el lanzamiento de pintura rosa a algunas de las mil 750 Ateneas que contuvieron la marcha el 28 de septiembre, el grito de groserías no muy feministas y martillazos y batazos no conquistará simpatías. La Fiscalía General de Justicia y la Secretaría de Seguridad Ciudadana no son enemigos ni de esos feminismos más violentos que radicales. Los enemigos son los delincuentes y la impunidad.

La forma en que nos comportamos ante las crisis, tanto ciudadanos como autoridades, construyendo convergencias en una época histórica en que hay más mujeres que nunca en el poder, es la base para la construcción de un entorno con castigos a los responsables de las violencias.

Nadie quiere ver más fotografías de jefas de la policía con yesos en brazos y piernas luego de ser martilladas por otras mujeres. Tampoco queremos saber de más feminicidios, violaciones o cualquier expresión de violencia hacia ninguna niña, joven o mujer.

Si la violencia es patriarcal, ejercerla, especialmente contra otras, difícilmente abona al feminismo. 


*@guerrerochipres 



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Salvador Guerrero Chiprés
  • Salvador Guerrero Chiprés
  • Dr. Salvador Guerrero Chiprés Coordinador General del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) de la CDMX. Ex presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la CDMX. Doctor en Teoría Política por la Universidad de Essex, Inglaterra. Estancia postdoctoral en Harvard sobre liderazgo e instituciones públicas. Maestro en Comunicación Política por la Universidad Iberoamericana. Licenciado en Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, y en Derecho por la Facultad de Derecho, ambas por la UNAM.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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