El Cardenal Carlos Aguiar Retes asumió su responsabilidad como titular de la Arquidiócesis de la Ciudad de México y se convierte en el Arzobispo Primado de México, inaugurando su gestión con un mensaje en que intentó provocar la búsqueda de reconciliación entre las diversas corrientes al seno de la Iglesia mexicana, así como entre esta y las fuerzas políticas del país. Aguiar Retes tomó posesión el pasado lunes y destacó la necesidad de la reconciliación para superar algunos de los problemas sociales que golpean a los mexicanos como son injusticia, inequidad y violencia; dijo entre otras cosas: “Nuestros problemas y conflictos como sociedad han crecido y el factor de la globalización los ha vuelto más complejos. Sin embargo, la voluntad y la disposición de generar proyectos para superarlos harán viables los caminos de reconciliación que tanto necesitamos en nuestra patria y de justicia para todos, busquemos caminos que nos conduzcan a la anhelada equidad social y tengan como fruto la paz y la seguridad, para crear un marco de libertad que permita desarrollar las habilidades y capacidades de los ciudadanos y así lograr vida digna para todos”.
Aguiar fue nombrado por el Papa Francisco en diciembre y se ha convertido en el arzobispo primado número 35, habiendo sido el primero fray Juan de Zumárraga, y toma las riendas de una arquidiócesis marcada por el conservadurismo de Norberto Rivera, jurisdicción erosionada por las graves acusaciones de encubrimiento de diversos casos de pederastia ocurridos, habiendo tenido de igual forma conocimiento e intervención solapando a clérigos denunciados, destacando las que se difundieron cómo perpetradas al seno de la congregación de los Legionarios de Cristo, señalado también el Prelado de colusión en la protección a integrantes de la Iglesia acusados de esa clase de crímenes en contra de la integridad sexual y la salud física y mental de varios niños y jóvenes en el territorio de la Arquidiócesis de Guadalajara en la época que estaba a cargo del Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, siendo que Rivera Carrera contribuyó a que se protegiere a los acusados participando en su cambio de adscripción que fue el único castigo que los sátrapas recibieron al ayudárseles a evadir la justicia penal ordinaria y sólo determinar un proceso interno de sanción acorde a las normas del derecho canónico, autorizándose por Rivera tras la gestión de Sandoval con el conocimiento del Vaticano, en la época del Papa Juan Pablo Segundo y su colaborador el Cardenal Joseph Aloisius Ratzinger, quien después llegó a ser el Papa Benedicto XVI.
En su discurso, el nuevo Arzobispo primado de México obvió este tema y tampoco comentó algo sobre otros asuntos espinosos y polémicos, como el aborto o el matrimonio homosexual. El silencio de Aguiar se notó en la Catedral una vez que Norberto Rivera resaltó en su discurso de despedida que durante sus más de 20 años en el cargo defendió el “derecho de los no nacidos” y lo que llamó el “matrimonio natural”. El nuevo primado de México hizo hincapié en el tema de los derechos humanos, mencionando que eligió el 5 de febrero como fecha para el inicio de su mandato porque es el día de San Felipe de Jesús, patrono de la Arquidiócesis, pero también porque se celebra el aniversario de la Constitución Mexicana: “La dimensión festiva de nuestra Constitución nos ofrece poner en práctica para bien de nuestra sociedad los derechos humanos universales y en especial uno de ellos: la libertad de religión, llamada también de libertad religiosa, que implica la posibilidad de interactuar, como iglesia y como creyentes, con todas las instituciones oficiales y privadas para buscar el bien de nuestra sociedad”. Al hacer referencia a la Carta Magna olvidó estar lesionándola al involucrar a un alto funcionario presente en esa calidad en su evento de asunción, pues Aguiar inició su gestión con la presencia del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.
Desde que fue electo por Francisco, se destacó que Aguiar daría un enfoque social en su trabajo. Se calcula que el territorio de la arquidiócesis tiene unos 7.8 millones de fieles y más de mil sacerdotes residentes. Aguiar será la voz más importante de la Iglesia durante la campaña electoral opacando al presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el Cardenal José Francisco Robles Arzobispo de Guadalajara. En su anterior encargo, como arzobispo de Tlalnepantla, Estado de México, Aguiar se acostumbró a tomar el pulso y mantener un diálogo abierto con la clase política. Es de esperarse que tenga una mayor sensibilidad social que el polémico antecesor y una intención más clara contra la corrupción en la iglesia. Lo primero que debería hacer es ventilar y provocar la sanción a los crímenes de los que se señala tienen corresponsabilidad, tanto Rivera como Sandoval, ello sería un verdadero cambio y una gran señal de que comulga plenamente con las ideas justicieras de Francisco. Hay pues vientos de cambio pero aún sigue el fuerte hedor a putrefacción en la iglesia mexicana.
@salvadocosio1