La amenaza contra las libertades de investigadoras e investigadores se cierne en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). El Pleno de la Corte está por definir una Solicitud de Sustitución de Jurisprudencia (11/2020-SS) para que las relaciones laborales que rigen a 105 organismos públicos descentralizados del país (como el CIESAS) pasen del apartado A al apartado B del artículo 123 de la Constitución con lo que científicas y científicos quedarían como trabajadores de confianza, abriendo un abanico de vulneración y violación de derechos fundamentales y adquiridos, además de ponerlos en una situación de incertidumbre personal y laboral ver aquí.
Algunos aspectos y efectos de la referida Sustitución de Jurisprudencia: el derecho de asociación sindical de las y los investigadores quedaría anulado al ser tratados como “personal de confianza”, y con su nuevo estatus, estarían sujetos a la administración en turno de los centros de investigación públicos, así como a los intereses de quienes gobiernen y conduzcan la administración del Estado con efectos dañinos: se amplían las causas de despido sin que tengan la solidaria defensa de un sindicato y, de manera especial, la investigación y desarrollo de conocimiento quedaría en terreno subordinado a la Administración en turno.
Dos elementos resalto sobre lo que se cocina en la Corte:
1. Lo están realizando en secreto. El expediente de la Solicitud de Sustitución de Jurisprudencia está bajo reserva hasta que “cause estado”, o sea, hasta que la estocada haga su efecto. No está disponible ni una versión pública ni en el sitio de Internet de la Corte ni a solicitud de la parte interesada/afectada.
2. El cambio en ciernes violenta todas las dimensiones del derecho a la información: buscar-investigar, recibir-acceder, difundir-expresar en condiciones de libertad de las y los investigadores, pero con un efecto dañino a toda la sociedad, la cual perdería investigadoras-investigadores, científicas-científicos libres. Todos perdemos.
De consumarse lo que en la oscuridad cocina la Corte, irónicamente ante lo discursivo de la dirección de Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la ciencia en México quedaría en el terreno conservador y estatista que anula las libertades individuales y colectivas.
Rubén Alonso
Twitter: @jrubenalonsog