Ser madre nunca ha sido fácil, pero no todas las mujeres pueden serlo de manera rápida, algunas tienen problemas para embarazarse ya sea por enfermedades, ausencia de útero, alteraciones o anomalías uterinas, porque han sufrido abortos repetitivamente o porque ha fallado la fecundación in vitro.
Quizá por lo anterior algunas mujeres recurrieron o recurren a la gestación subrogada, también mal nombrada “vientre de alquiler”. Este tipo de embarazos se da en el cuerpo de una mujer, que tiene el rol de gestante, que acepta “producir” al hijo de otra mujer o pareja (padres de intención). Pero genéticamente hoy los óvulos para crear a ese hijo son aportados por una mujer distinta a la que gesta, ya sea la madre de intención o la donante de una pareja homosexual.
Algunas mujeres aceptan ser gestadoras por ayudar a una pareja a ser padres o porque tienen una necesidad económica, aunque también las hay que lo hacen solo por negocios. Pero al final del proceso lo que es cierto es que la gestante debe entregar el bebé a los padres de intención.
Esta práctica implica tantos dilemas éticos que en países como España está prohibida por la Ley 14/2006. Pues para algunas feministas y gobiernos no es justo que una mujer tenga que pasar por un desgaste físico-emocional y al final no quedarse con el bebé. Aunque claro, existen países que sí la permiten como Estados Unidos, Canadá, Ucrania, Rusia y Georgia.
Esta semana Lily Collins, famosa por ser la protagonista de la serie Emily en Paris fue criticada severamente en redes sociales por ser madre por gestación subrogada. Se desconoce el motivo por el cual optó por este método, pero recibió comentarios como “Adopta, no compres”, “La subrogación es la explotación del cuerpo de mujeres pobres”, entre otros.
Ni Lily ni su pareja Charlie McDowell cayeron en provocaciones, pero éste último defendió su actuar y expresó: “Está bien no saber por qué alguien podría necesitar una madre sustituta para tener un hijo y está bien no conocer las verdaderas motivaciones de una madre sustituta, a pesar de lo que tú supongas.”
Sin duda no podemos generalizar los casos porque todos son diferentes pero sí podríamos regular estas prácticas para no lastimar la vida de ninguno de los involucrados.