El Día Internacional de la Mujer participé en conmemoración organizada por el gobierno de Yucatán, que impulsa una política significativa para fomentar la iniciativa empresarial femenil… Y disfruté la gran hospitalidad, alegría y generosidad que caracteriza al pueblo yucateco.
Mérida siempre será una experiencia fabulosa, pues además de su hermosísima arquitectura colonial y moderna, su arbolado y atractivo Paseo Montejo, y su sopa de lima y panuchos de cochinita suculentos… también se distingue como una ciudad con la mejor calidad de vida y seguridad del país, lo que inmediatamente es notorio para quienes tenemos el privilegio de visitarla.
Pero en fecha tan simbólica enorme emoción me causó encontrarme en la tierra de Elvia Carrillo Puerto: desde los albores del siglo XX, adelantada a su tiempo y con elevada vocación social y revolucionaria, inició en México la lucha por la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres.
La estudiosa e incansable “monja roja del Mayab” fundó ligas feministas indígenas, campesinas y obreras para promover, con gran lucidez y sólidos argumentos, los derechos de las mujeres, en particular el libre desarrollo de la personalidad y el voto femenino (alcanzado hasta 1953). Y electa al Congreso de Yucatán fue la primera legisladora mexicana (1923).
En 2013, el Senado instituyó un reconocimiento que justamente lleva su nombre, dirigido a mujeres con méritos para ello. En 2014 se eligió a Marcela Lagarde y de los Ríos; en 2015, a Carmen Moreno Toscano; en 2016, y en uno de los episodios más sensibles de mi vida, tuve el honor de recibirlo, y en 2017, a Gloria Ramírez Hernández.
Y como observadora externa celebro que los partidos políticos de México y los gobiernos que de ellos emanan, por convicción y no solo por mandato legal, equilibran la representación de géneros en cargos electivos y de administración, abriendo a las mujeres mayores espacios en lo que demuestran calidades, capacidades y habilidades para llevar el timón bajo su mando al mejor puerto posible.
Ello lo constato en mis viajes a México al dialogar con mujeres que gratamente me sorprenden por los sólidos principios y sentido de compromiso con que asumen sus responsabilidades públicas... so riesgo de ser omisa, cito a Arely Gómez, Amalia García, Yuriria Mascott, Marcela Torres, Diva Gastélum, Irma Gómez Cavazos, Judit Guerrero, Carmen Ochoa y Claudia Ortega.
Y ya habrá ocasión de referir a otras admirables mujeres del sector social y privado, que mucho aportan al desarrollo de la nación, como lo hiciera nuestra prócer yucateca…
