Política

El crimen organizado ya hasta cobra impuestos

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Ya no es siquiera asunto de legalizar las drogas. El tema es que quienes traficaban antes con sustancias prohibidas han diversificado grandemente sus actividades y no se dedican nada más a proveer de narcóticos a los consumidores sino que les cobran cuotas a los campesinos, a los transportistas, a los pequeños comerciantes y a los dueños de cualquier negocio que sea mínimamente lucrativo; también secuestran, violan y asesinan; y se han convertido, en los hechos, en un poder que ha desplazado al Estado en regiones enteras del territorio nacional.

En una economía de libre mercado, un porcentaje de las rentas que generan los sectores productivos es decomisado por el aparato público para aprovisionar las arcas del erario. Es una suerte de pacto (por llamarlo de alguna manera, con todo y que es obligatorio para una de las partes) celebrado para que el conjunto de los ciudadanos disponga de bienes públicos. Justamente, el fracaso de los socialistas se explica a partir de su muy extraño propósito de aniquilar las actividades que generan riqueza privada acabando así, de paralela manera, con la mismísima fuente de recursos que necesita el Estado, bajo la forma de impuestos, para financiar, entre otras cosas, sus políticas sociales. Pero, en fin, ésa es otra cuestión.

Volviendo a lo del narco, nos encontramos ahora en el peor de los mundos: los dineros que las víctimas de la extorsión podrían apoquinar para fondear la electorera multiplicación de los peces que ha instaurado doña 4T sirven para llenar las cajas registradoras del crimen organizado.

Ciertamente, el Sistema de Administración Tributaria (SAT) es un ente que nos mete algo de miedo a los contribuyentes cautivos pero el terror que infunden los delincuentes en las comarcas que tienen sojuzgadas es verdaderamente de otro calibre: si no cumples con tus obligaciones fiscales, el referido SAT te impone una multa y puede llegar a aplicarte sanciones muy severas. Hasta ahí y nada más. Por el contrario, los sicarios que se aparecen en tu negocio para exigirte un tributo no se andan por las ramas: si no respondes a sus amenazas, incendian tu local o masacran a los parroquianos de tu restaurante o te secuestran y te matan.

Muy eficaces, miren ustedes, a la hora de cobrar sus impuestos.

¿Las drogas? Ya parecen ser lo de menos.


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Román Revueltas Retes
  • Román Revueltas Retes
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  • Violinista, director de orquesta y escribidor a sueldo. Liberal militante y fanático defensor de la soberanía del individuo. / Escribe martes, jueves y sábado su columna "Política irremediable" y los domingos su columna "Deporte al portador"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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