Primero que nada, y antes que todo, para que se acaben las murmuraciones de que están en contra del Tuca.
Segundo, porque Tigres es mucho mejor que el octavo lugar en que han quedado; cumpliendo cada quien su trabajo le pueden dar guerra —ganar o perder— contra el América o contra cualquiera de los otros siete que están en la Fiesta Grande.
El ser octavo no es ser el más malo.
Hay datos que hablan claramente de una recuperación que no podemos mandarla al voladero, poco a poco, día a día, se encontrarán las mejores condiciones para competir con posibilidades.
Hay que mejorar mucho más de lo que vimos contra el Atlas y sin tirarse al vacío, simplemente con la experiencia y conocimientos que tiene el plantel pueden hacer frente a cualquiera, y ganar o perder.
En todo caso, cualquiera de los dos resultados los aceptaremos con gusto y sin problemas.
Es la primera vez en el torneo que llegamos al noveno lugar.
Y es la primera vez en el torneo que llegamos al octavo.
Esa calificación la podemos hacer extensiva contra América.
¿Sale?
