Lo crea o no, es sábado otra vez.
Esta semana el Internet nos dio grandes sorpresas, una buena y una mala.
La primera es que apareció el tráiler de la precuela de Los Soprano y la segunda es que se vino una detención en México más que confusa.
Una mujer en prisión preventiva por posesión de pornografía infantil, sí bueno, lo raro no son los motivos sino lo que significa.
Se entiende que ella misma ató el nudo y metió la cabeza, pero ¿quién la tiró del banco?
Es una emoción agridulce.
Pero la ley es menos que emotiva, ¿un final triste o un final feliz?
Es un final y punto.
En todo caso lo mejor es que los autores del delito, es decir los que crearon el video que cayó en manos equivocadas, sean quienes estén en el botiquín de frente a un juicio.
Ya no recuerdo lo que le pasó a los Porkys de Veracruz.
Había un tiempo donde las opiniones se quedaban bien guardadas. Éramos víctimas o benefactores de una época limitada.
¿Qué pensará el de a lado? Quién sabe. Ahora sabemos lo que desayunó y a dónde viajó el fin de semana.
Quiero saber todo menos lo que piensas.
Lo mismo con las causas en la carga probatoria de la influencer, de todas las cosas que pudo compartir tuvo que decir lo que piensa y ahora el arma es la palabra y se dio un tiro en la pierna.
¿Qué hacemos con el exceso de opiniones en redes sociales?
Mi plataforma favorita es Instagram porque es una foto y un texto lleno de hashtags que mi mente ya no procesa a detalle, pero sí hay “mucho texto” ya voy en la siguiente imagen.
Por eso se escucha que un meme dice más que mil palabras.
Mejor hablar de opiniones con ritmo, con beat, cargadas de métrica, química y física, el reportaje de hip hop lagunero en Gómez Palacio de Jorge Maldonado.
Historia afilada que vale la pena recordar de vez en cuando, ¿profeso de los G-lokos o devoto de Rango Bajo? Un poco de esto, un poco de aquello.
Métricas ligadas en abba y cargadas de pensamiento o semilla de ideas.
El Internet es bueno pero a veces cae mal, uno bien podría escuchar buena música pero decide gastar una hora para escuchar las opiniones desafinadas de una muchacha (o quien sea) que se baña en gasolina pensando que es oro.
Al final, ¿las leyes en México son buenas o malas?
Son leyes y punto.
@robbcarsonn
