Todavía con el buen sabor de boca que estas fechas evocan e invitan, a quienes así lo deseen, para reflexionar sobre el fin último que conforma el propósito de nuestro diario vivir; decidí aprovechar la ocasión para compartir algunas resonancias como la que dio pie al título de esta colaboración.
Definitivamente, el equiparar la conmemoración del día de ayer, con la sencilla determinación de cualquier persona para decidirse a entrar por la puerta de servicio, es una magnífica fórmula pedagógica para hacer entender el tamaño del contraste entre los modos divinos y humanos de ejercer el poder. Y es que el marcado contraste entre la sencillez y humildad que marcaron el nacimiento de aquel niño con las circunstancias históricas que lo envolvieron, ciertamente condicionadas por la opresión y el sometimiento de todo un pueblo frente a un poder político extranjero, nos permiten advertir que tales expresiones dominantes del poder político de aquella época no resultan muy distintas a las que vivimos hoy en día.
Mas allá de la fe que distingue a quienes se dicen cristianos, lo cierto es que el concepto cristiano del poder está muy lejos de los modos que caracterizaron a aquella “Pax Romana” que imperó durante el Israel de aquella época. De acuerdo con la reflexión que comparto son cuatro aspectos fundamentales los que conforman el concepto “cristiano” de poder: 1) la potestad, 2) la autoridad, 3) la paternidad, y 4) la fraternidad.
El primero, nos recuerda que más allá de ley está la justicia como fuente última del poder; el segundo, nos advierte del sentido de integridad moral que debe distinguir a quien ejerce el poder; el tercero, nos recuerda el profundo sentido de igualdad que tenemos todos los seres humanos sin importar la condición particular de vida por la que se esté atravesando; y el cuarto aspecto nos pone de frente ese principio que debe imperar en todo momento en nuestra vida asociada con las demás personas.
¿Sería mucho pedir a quienes están pensando aspirar a ocupar cualquier cargo de autoridad pública, de entre los muchos que estarán en disputa el próximo año en nuestro país, tuvieran a bien reflexionar concienzudamente estos aspectos?
