Política

La corrupción somos todos

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Luego del redondo desastre que fue la presidencia de Luis Echeverría, el aspirante priista José López Portillo prometió modernizar a México e instaurarnos en una nueva era de prosperidad y de civismo: “La solución somos todos”, era su incluyente lema de campaña luego de que su antecesor dejara un país en ruinas, roto y dividido por políticas públicas depauperizadoras y un discurso desde el poder tan demagógico como enconoso.

En chico rato, ante la rapiña del nuevo sexenio, la picardía nacional trastocó el dicho en “La corrupción somos todos”, y la broma nunca ha dejado de ser tan puntual; ayer, Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina, afirmó que México carece de servidores públicos honestos. Y lo dijo nada menos que frente a otro presidente López que, igual que el anterior, hizo campaña prometiendo acabar con una corrupción que parecen ejercer con voraz enjundia sus subalternos.

Carlos Pascual, embajador gringo que el presidente Calderón exigió dar de baja por no gustarle su retrato en las notas diplomáticas, dijo en un cable filtrado de mayo de 2010 que para que la iniciativa Mérida y otros programas de combate al crimen organizado tuvieran éxito necesitaban asegurar a cabalidad la honestidad de los funcionarios de este lado del río Bravo, sin privarse de expresar sus dudas al respecto. Pascual, sin embargo, tenía toda la razón: basta recordar que entre los principales ejecutores de esa iniciativa estuvieron Genaro García Luna, Salvador Cienfuegos e Iván Reyes Arzate para ver que las reticencias del ex embajador no eran infundadas.

Esto decían las agencias gringas luego del nombramiento de García Luna a la SSP en diciembre de 2006: “Un enlace confiable, un colega y amigo del FBI (…) ayudará a mantener una excelente cooperación”. En 2007: “Muy pronto tendrá los medios para calificar a todos sus elementos (…) terminando con la corrupción allí rampante”. Y en 2009 se expresaron así de su Plataforma México: “Una estructura millonaria para interconectar a la policía con los fiscales, permitiendo el análisis en tiempo real del mapa criminal mexicano”. No fue hasta 2010 cuando comenzaron a sonar las alarmas, reportándose que los esfuerzos anticorrupción estaban resultando “Fracturados, ad hoc, y apoyándose fuertemente en los recursos de los Estados Unidos”. Un año después, el pitazo de uno de sus comandantes, muy probablemente del mismo Reyes Arzate, detonaría la masacre de Allende.

Con todo, el Congreso estadunidense aprobó hace poco 150 millones de dólares para fondear lo que queda de la mayormente infructuosa iniciativa Mérida, y está analizando un paquete de 140 millones para 2021. Curiosamente, López Obrador no acusó a esas ayudas de “intromisión en la vida pública de nuestro país”, como hizo cuando se enteró de los menos de 2 millones de dólares entregados a Mexicanos contra la Corrupción, ONG que sacó a la luz la Estafa Maestra, la parte mexicana de Odebrecht, los Paradise Papers o las propiedades de Javier Duarte.

Y es que todos los corruptos son iguales pero, para la T4, está claro que algunos corruptos son más iguales que otros.


Roberta Garza

@robertayque


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Roberta Garza
  • Roberta Garza
  • Es psicóloga, fue maestra de Literatura en el Instituto Tecnológico de Monterrey y editora en jefe del grupo Notivox (Notivox Monterrey y Notivox Semanal). Fundó la revista Replicante y ha colaborado con diversos artículos periodísticos en la revista Nexos y Notivox Diario con su columna Artículo mortis
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