A dos semanas de destapado el contubernio entre un contratista de Pemex y la familia López Beltrán, provocándole al Presidente un síncope bilioso, José Ramón intentó contestar el domingo pasado el clamor popular que pedía saber cómo pagó la renta de la casona cuyo dueño, Keith L. Schilling, era un alto ejecutivo de Baker Hughes, empresa que vio aumentar sus negocios con Pemex sustancialmente justo cuando el junior y su esposa se mudaron allí: “En el año 2018, tomé la decisión (de) seguir ejerciendo mi profesión de abogado, hasta que decidimos en familia mudarnos a los Estados Unidos. En la actualidad y desde el año 2020 trabajo como asesor legal de desarrollo y construcción para KEI Partners (www.keipartners.com), una empresa privada en Houston a través de la cual recibí mi visa de trabajo TN. Soy un ciudadano privado, y no tengo injerencia alguna en el gobierno de México. Mis ingresos provienen al cien por ciento de mi trabajo en Houston. No hubo, ni habrá conflicto de interés”, escribió.
Aquí comienzan los asegunes, porque KEI Partners fue creada justo cuando José Ramón se mudó a Houston. Su página de red fue armada, con capturas de pantalla de dos desarrollos incipientes, el 12 de febrero, un día antes de que López Beltrán sacara su carta. Como dueños de KEI aparecen la cuñada y los hijos de Daniel Chávez, propietario del Grupo Vidanta y miembro del Consejo Empresarial Asesor de López Obrador, quien además es “supervisor honorario” del proyecto del Tren Maya, pero “sin cobrar un quinto”, que es como tragarse eso de que en los hoteles el desayuno sale gratis.
Aún hay más: López Beltrán aclara que la visa por medio de la cual goza de residencia en Estados Unidos se la facilitó la empresa que dice dedicarse a la hospitalidad, administración de restaurantes y diseño de interiores de desarrollos de lujo. Las visas TN, otorgadas en el marco del Tratado de Libre Comercio a ciudadanos canadienses o mexicanos, son muy específicas en sus requisitos, y uno de ellos es que el puesto requiera un profesional que por sus talentos o experiencia particular deba ser traído del extranjero. Pero la trayectoria laboral de José Ramón es ampliamente conocida, por escasa; de graduarse de la Universidad de las Américas pasó al partido de su papá, llegando a presidir Morena en el Edomex cuando éste ganó la presidencia. Su trayectoria como abogado es casi nula, su experiencia inmobiliaria es inexistente y sus alcances prácticos en el puesto descrito son muy escasos: al no conocer las leyes gringas y no estar registrado en las barras de abogados texanas no puede litigar ni hacer trámites propiamente. No dudo que López Beltrán tenga innumerables talentos, pero en cuanto al puesto que ocupa cualquier pasante o asistente legal nativo aportaría más dotes. Y sin embargo, le concedieron la visa.
En Estados Unidos el fraude migratorio es un delito federal que se castiga, en el mejor de los casos, con la deportación y la suspensión de la visa. Vamos a ver si este torpe y fallido intento de deslinde no le causa a López Beltrán más problemas que tatuarse a Belinda.
@robertayque