Sé que soy una persona que tengo mucho que agradecerle a la vida, porque he recibido mucho,en ocasiones, me cuesta reconocer todo lo que me ha dado, prefiero enredarme con reclamos sin sentido por todo lo que me “falta”, por tantas cosas que “merezco” y no tengo, prefiero perder el tiempo pensando porque otros “sin tener los méritos suficientes”, pueden hacer viajes o darse ciertos lujos, y así, se me pasa la vida sin poder ver todo lo que ella me ha dado, constantemente pierdo la capacidad para ver la realidad y darme cuenta que es prácticamente nada, lo que me hace falta.Pero a qué viene todo esto, bueno, hay momentos, en que por más que uno se esfuerza, no logras ser feliz, parece como si estuvieras evadiendo la felicidad.
Durante mucho tiempo viví inconforme con la vida, lamentándome de mi suerte y deseando ser alguien que no era, reprochándome el no poder darle a mis hijos y a mi esposa, ciertos gustos que no pude darles, cometí desaciertos pensando que mi obligación como padre y como esposo, era proveerles de bienes que nunca me pidieron.
Ahora, después de varios años, de muchos errores cometidos en aras de “dar lo mejor”, me doy cuenta de que todo lo que hice no tuvo ningún sentido, me habría gustado que en esos momentos, alguien me hubiera enseñado lo que al día de hoy sé, me habría evitado un sinfín de momentos difíciles, pero esto también es parte de mi vida, y hoy estoy agradecido por lo que soy.
Después de recorrer su camino, mis dos hijos mayores, se han dando, gracias a su esfuerzo, aquello que tanto quise darles, los hijos, tienen la capacidad para abrirse camino, para darse ellos mismos sus gustos, lo que necesitan es que los acompañemos cuando se sientan solos, que les exijamos cuando sean complacientes, que los protejamos cuando estén vulnerables y que los dejemos en libertad para que aprendan a ser responsables de sus actos.
Hoy procuro enseñarles con el ejemplo y basado en los valores fundamentales del ser humano, que lo importante es darte a los demás y compartir lo que eres.
No te preocupes tanto por darles a tus hijos la mejor escuela, el mejor auto, la mejor ropa o el viaje que tanto quieren porque los harás atenidos y haraganes, mejor ocúpate por darles amor, seguridad, autoestima, humildad, alegría, ganas de vivir y compartir lo que son, que tú vida en matrimonio sea un ejemplo que busquen seguir y eso, les ayudara a disfrutar lo que por sus propios méritos logren tener.
Ocúpate por enseñarles que este mundo es de todos, que las personas valen por lo que son, que todos los días ocurren cosas maravillosas, que los milagros existen cuando crees en ellos, que en cada acto de bondad, de donación de uno mismo, está Dios.