Política

La vida paralela

Me atrevo a proponer el multiverso como una vía para explorar la posverdad; al tomar en serio las consecuencias de nuestros actos, se reduce la posibilidad de ser cínicos y se pone bajo la lupa el juego perverso de despojar a la verdad de sus significados


Despierto en el lado equivocado de la cama. Trato de llegar al baño, pero la puerta no está donde la noche anterior. Enciendo la luz y la pintura de las paredes ha cambiado. Me miro al espejo y reconozco mi rostro. Sin embargo, hay algo en los rasgos de esa cara que me parecen ajenos. Cuando regreso a meterme entre las sábanas descubro el cuerpo de una mujer que no es la mía, o más bien, de una persona que no había vuelto a ver en más de una década. Esto solo puede ser una pesadilla. Intento regresar al sueño. Minutos después, al abrir de nuevo los párpados, la lámpara continúa en el lado equivocado de la cama.

Esta historia no tiene nada de original. Durante los últimos años se han escrito centenas de relatos literarios y un número mayor de filmes tomando como argumento las vidas paralelas o, más precisamente, el multiverso pop dedicado a explorar realidades alternativas. Esta metáfora ha capturado magnéticamente la atención del público. En las pantallas de cine el boom ocurrió en 2022. La premiación de la película Todo en todas partes al mismo tiempo, por parte de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, significó una suerte reconocimiento pleno a este género. Ese mismo año inundó las salas Doctor Strange en el Multiverso de la Locura y también A través del Spider-Verso. En el continente pódcast un año antes triunfó en plataformas la ficción sonora Caso 63 y este 2024 la serie de Apple TV Constelación. Apenas esta semana llegó a librerías la última novela de Haruki Murakami La ciudad y los muros inciertos que va del mismo tema. Es como si hubiésemos recuperado el espejo que le permitió a la Alicia, de Lewis Carroll, visitar la proyección tergiversada de sí misma.

No es nuevo el recurso de las vidas alternativas o los multiversos. En la literatura Jorge Luis Borges se coloca por encima del resto con el Aleph y El Jardín de los senderos que se bifurcan. Antes Edgar Allan Poe ya había coqueteado en su poesía con esta misma tesis. En realidad, lo nuevo es la fascinación masiva. La obsesión popular con un tema que se convirtió en una mina de oro para los creadores de contenidos.

Tiene sentido preguntarse por los motivos de este éxito. ¿Qué dice de nuestra época y las generaciones que la habitan este deseo intenso por visitar el otro lado del espejo?

Los relatos que encienden al público hablan más del público que de los relatos. En época de la Guerra Fría se volvieron muy populares las películas de extraterrestres. No hablo de ET, sino de filmes más viejos como La Guerra de dos mundos, de Orson Wells. Sus guiones servían para visitar la tragedia que podría caer sobre el planeta si una civilización tecnológicamente superior invadía a la humanidad.  Aunque han continuado produciéndose filmes con esta misma narrativa, disminuyó el furor de las audiencias conforme la amenaza rusa fue enterrada por la historia.

Sustituyeron a aquellas las películas de zombis. El video del mega éxito Thriller, que vio la luz en 1981 —producido y actuado por Michael Jackson— fue pionero de esa trama. Destacan dentro de este género El Amanecer de los Muertos y la más reciente Walking Dead. Coincide el furor por los zombis con el rechazo horrorizado de las sociedades geográficamente ubicadas al norte del globo frente a las migraciones. Así como los extraterrestres fueron la metáfora del invasor ruso, los zombis lo han sido de quienes abandonan su hogar para mudarse a otro lado.

El recurso no es nuevo; en la literatura Jorge Luis Borges se coloca por encima del resto con El Aleph. EFE
El recurso no es nuevo; en la literatura Jorge Luis Borges se coloca por encima del resto con El Aleph. EFE

Siguiendo esta misma lógica, ¿qué metáfora significan los multiversos respecto de las angustias de nuestro presente? Habrá quien diga que el gusto por explorar realidades alternativas tiene que ver con el desarrollo de teorías que, en simultáneo, han ido ganando terreno en la discusión científica. La cuántica ha propuesto la existencia de universos paralelos y también la hipótesis de la inflación cósmica. Sin embargo, estas teorías no aportan verdad a la ficción, únicamente la vuelven verosímil. No hay ninguna evidencia de que exista otro yo durmiendo en el lado contrario de la cama con la mujer equivocada por obra de un accidente provocado por la ocurrencia de los multiversos.

En otras palabras, esta metáfora no proviene de una matriz científica, sino de una pregunta esencialmente filosófica: ¿qué habría pasado si …? Tantas veces nos han dicho que el hubiera no existe y, sin embargo, ¿qué sucedería en caso de que sí existiera y pudiéramos ser testigos de las distintas consecuencias de nuestras acciones?

Creo que este es el corazón de la obsesión por los multiversos. En una época tan cínica, donde la verdad ha perdido importancia, hay una voz de conciencia que nos interroga por lo que podrían desencadenar nuestros actos. El multiverso es un lenguaje que permite explorar líneas paralelas en función de las distintas decisiones tomadas. ¿Qué tal si no hubiera dejado a la novia aquella? ¿De qué lado de la cama despertaría si en vez de separarme me hubiese quedado con ella? ¿De qué color serían las paredes del baño? ¿Cuáles serían las arrugas de mi rostro?

Me atrevo a proponer el multiverso como una vía para explorar la posverdad. Al tomar en serio las consecuencias de nuestros actos, se reduce la posibilidad de ser cínicos y, al mismo tiempo, se pone bajo la lupa el juego perverso que implica despojar a la verdad de sus significados esenciales. Es falso que no pasa nada si nos mentimos: esa es una de las moralejas del multiverso.

Otro motivo para explicar el interés que despierta la posibilidad de una vida paralela son los momentos canónicos, mejor conocidos como las encrucijadas o las yes de nuestra biografía. Esos puntos cruciales cuando tomamos una decisión tan fundamental que marcó un antes y un después. Se le llama canónico porque la encrucijada tuvo un impacto máximo sobre la persona en que nos convertimos. Es la caída del caballo de San Pablo, la manzana que golpeó la cabeza de Newton, el exilio que volvió célebre a Einstein o la noche en que decidimos que debíamos marcharnos a otro lado.

A través de la imaginación, la idea de los multiversos ayuda a dimensionar la trascendencia de esas yes. Aquí el argumento obliga a tomarse en serio la vida y con ello apartarnos de un descaro que también se ha vuelto masivo.

¿Qué tal sí…? Esta es la pregunta que la teoría filosófica de las vidas paralelas nos obliga a realizar. Se puede formular de otra manera: ¿Por qué vale la pena vivir? 


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Ricardo Raphael
  • Ricardo Raphael
  • Es columnista en el Notivox Diario, y otros medios nacionales e internacionales, Es autor, entre otros textos, de la novela Hijo de la Guerra, de los ensayos La institución ciudadana y Mirreynato, de la biografía periodística Los Socios de Elba Esther, de la crónica de viaje El Otro México y del manual de investigación Periodismo Urgente. / Escribe todos los lunes, jueves y sábado su columna Política zoom
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