El juez de control que lleva el caso sobre el atentado que sufrió Ciro Gómez Leyva ordenó este martes el cierre de la investigación. La Fiscalía General de Justicia de Ciudad de México había pedido dos meses más para terminar con las diligencias, pero el juzgador consideró que no podía atender el pedimento.
Emplazó para que antes de diez días se formule la acusación contra las trece personas que tiene detenidas, porque ha pasado suficiente tiempo sin que se argumenten con solidez los cargos que hay en contra de los supuestos responsables.
Se suman a la instrucción para agilizar el cierre las declaraciones que el periodista ha expresado públicamente con respecto al estancamiento del caso. En concreto, la víctima del atentado acusa a la fiscalía comandada por Ernestina Godoy de haberse empantanado en trámites absurdos y razonamientos mentirosos.
En enero de este año el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como “asunto de Estado” el atentado contra Gómez Leyva. Si así se abordan las investigaciones relevantes, ¿qué tal se resolverán las que políticamente no lo son?
Este caso viene tristemente a confirmar lo que ya sabemos. La justicia mexicana no cuenta con capacidad de investigación.
Esta tarea fundamental quedó abandonada hace mucho. No tenemos profesionales con habilidad suficiente, no solo para señalar culpables, sino para producir las pruebas que conduzcan a los imputados ante una sentencia definitiva.
Ya había advertido también el presidente López Obrador que en este caso iba a ser difícil llegar hasta los autores intelectuales del atentado, pero es increíble que la fiscalía no haya siquiera podido armar el rompecabezas de los autores materiales.
La justicia eficaz no solo depende de una autoridad que, al estilo militar, haga desplantes de testosterona. También es fundamental que posea técnica y experiencia investigativa, y esto último es lo que siempre falla.
Zoom: el caso Gómez Leyva se suma a muchos otros que no pueden resolverse porque las fiscalías mexicanas, la federal y las locales, son un tremendo fracaso. Saben fabricar culpables, pero rara vez encuentran a los verdaderos responsables.