Inseguridad, corrupción, justicia y salud son los cuatro desafíos del llamado segundo piso de la llamada cuarta transformación. Temas que no se resolvieron, al punto del fracaso, durante la administración que el año próximo va a entregar el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ayer Claudia Sheinbaum, precandidata del oficialismo, presentó al grupo de personas que van a elaborar su oferta de gobierno. Entre otros, eligió a los cuadros responsables de concebir las políticas dedicadas a resolver estos pendientes graves.
Omar García Harfuch será el encargado para la agenda de seguridad, Javier Corral para corrupción, Arturo Zaldívar para justicia y Juan Ramón de la Fuente, quien además de coordinar al equipo más amplio, será seguramente el que lidere los trabajos en salud.
La trayectoria de estas cuatro personas perfilaría un programa de gobierno que, sin implicar ruptura, marcará distinciones relevantes.
García Harfuch, que fue el secretario de Seguridad en Ciudad de México, aunque nieto de militar, no es un militar. Más aún, su biografía como funcionario se distingue como alternativa a la militarización. En Ciudad de México, excepto cuando la Guardia Nacional custodió las estaciones del Metro por un lapso breve, Harfuch reconstruyó un cuerpo policiaco sin intromisión verde olivo.
Javier Corral es una de las incorporaciones que más sorprendió. Entre otras razones, asume el encargo respaldado por su gestión al frente de la gubernatura de Chihuahua, desde donde logró encausar, como en ninguna otra, las acusaciones de corrupción contra el gobierno previo.
Arturo Zaldívar será el encargado de reformular la fallida política de justicia. Podría suponerse que habrá de ponerle pies al famoso plan C de la reforma judicial. Sin embargo, es previsible que más bien vaya a centrarse en la política de procuración de justicia, cuyo desafío sería corregir el errático y más urgente desempeño de la Fiscalía General de la República.
De su lado, el doctor Juan Ramón de la Fuente, desde el primer día una voz crítica respecto del Seguro Popular, y también a propósito del Insabi, habrá de asumir la encomienda de reconfigurar el frustrante sistema de protección social.
Zoom: continuidad sí, pero con matices y acentos propios. Ese es el mensaje anunciado por Claudia Sheinbaum a partir de las nuevas asignaturas.