Controlan un territorio muy grande. Buena parte del norte de Guerrero, prácticamente todo el Estado de México, tienen presencia en Morelos y, desde luego, también en Michoacán.
En las comunidades los conocen por sus apodos: El Fresa y El Pez. Se trata de los hermanos Johnny y José Alfredo Hurtado Olascoaga, líderes de La Nueva Familia Michoacana.
Aunque una de sus unidades de negocio es el narcotráfico, sus principales ingresos provienen de la extorsión. En su zona de influencia no puede comprarse un camión de piedra o arena, no es posible transportar materiales, tampoco vender alcohol en las fiestas locales, comerciar tortillas, vender pollos, matar una vaca, cultivar limón, aguacate o maíz sin toparse con ellos.
Hace tiempo que se apropiaron de los aserraderos, cobran derecho de piso a los locatarios de los mercados, a los proveedores de servicios turísticos y a los contratistas de la obra municipal.
También intervienen en política. Palomean las listas de candidatos a munícipes, regidores y síndicos, movilizan votación en favor de los partidos con quienes tienen arreglos y por la misma amenazan, secuestran y desaparecen a sus adversarios.
Se encargan igualmente de detener a los delincuentes menores: a los robacoches, a los asaltantes que operan en el transporte público, a los ladrones que entran a las casas, también a los homicidas.
Hace tiempo que llegaron a un acuerdo con las autoridades: ellos se encargan de reducir los delitos del fuero común a cambio de que no se les persiga por los crímenes federales que a diario cometen.
Hasta ahora la principal ventaja del Pez y del Fresa ha radicado en que su organización es menos visible que los cárteles de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación. No son el clavo que más sobresale y por tanto el martillo del Estado apenas si los ha golpeado.
De no ser por la decisión que tomó el gobierno de Estados Unidos para perseguirles como organización terrorista seguirían tan campantes y dueños de su muy vasto feudo criminal.
El país vecino recién ofreció ocho millones de dólares de recompensa para quien proporcione indicios que lleven a su captura.
Zoom: Dijo Donald Trump en una entrevista reciente que México tiene miedo a ciertas organizaciones criminales. Más allá de la posible verdad que pueda haber en esta declaración, lo cierto es que a partir de ahora la carrera criminal de El Pez y El Fresa tiene los días contados.
