El movimiento estudiantil del 2 de octubre de 1968 en México es uno de los capítulos más significativos en la historia reciente del país. Este movimiento no solo marcó un antes y un después en la vida política y social de México, sino que también dejó un legado que ha influido en generaciones posteriores.
El movimiento se desarrolló en un contexto especial.
1) En la década de 1960, México estaba bajo el control del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Antes del movimiento estudiantil se había reprimido a lo largo de una década a trabajadores ferrocarrileros, protestas campesinas y se perseguía en Guerrero y Morelos a la guerrilla de Rubén Jaramillo. La represión de las libertades civiles y políticas fomentó el descontento, especialmente entre los jóvenes y los estudiantes.
2) A medida que se acercaban los Juegos Olímpicos de México 1968, el gobierno intentó ocultar las tensiones sociales y las protestas en el país. Esto generó un clima de represión y una mayor organización por parte de los estudiantes. En Europa, las protestas estudiantiles también se desarrollaban y esto puso en alerta al gobierno mexicano que, de acuerdo con el clima de guerra fría prevaleciente a nivel mundial, las disidencias juveniles eran catalogadas como “comunistas” y financiadas por “el oro de Moscú”, lo cual era una vil mentira.
3) Protestas y demandas: El movimiento de 1968 empezó reclamando no solo mejores condiciones educativas, sino también la democratización del país, la libertad de expresión y el fin de la represión policial. Las demandas se extendieron hacia problemas sociales más amplios.
4) La masacre de Tlatelolco: El 2 de octubre de 1968, el gobierno llevó a cabo una represión brutal contra los estudiantes reunidos en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, resultando en un número indeterminado de muertos y heridos. Este evento se convirtió en un símbolo del autoritarismo y la represión del Estado mexicano.
5) Conciencia social y política: El movimiento estudiantil despertó una mayor conciencia social y política en la población mexicana, especialmente entre la juventud. Esto llevó a una generación más crítica y activa en la vida política del país.
6) Cambios en la política: Si bien el PRI continuó en el poder, la masacre y el movimiento estudiantil llevaron a una gradual apertura política. A lo largo de las décadas se comenzaron a implementar reformas en respuesta a las exigencias sociales, aunque de forma limitada y controlada por el gobierno.
7) Memoria y derecho a la justicia: La masacre de Tlatelolco continúa siendo un tema de memoria y reivindicación en México. Las demandas de justicia, verdad y reparación continúan, por ello cada año se realizan marchas para recordar a las víctimas y ese día es izada la bandera a media asta en memoria de los estudiantes masacrados.
8) Movimiento estudiantil y movimientos futuros: El 68 también sirvió de referente para otros movimientos sociales posteriores, conectando las luchas estudiantiles con demandas más amplias de democracia, derechos humanos y justicia social.
En suma, el movimiento estudiantil de 1968 y la represión en Tlatelolco dejaron cicatrices profundas en la sociedad mexicana, pero también encendieron un espíritu de resistencia y lucha que ha perdurado en el tiempo, recordándonos la importancia de la participación ciudadana y la defensa de los derechos humanos en México.
