Tenemos que sacar el barco adelante, recuperar el mercado laboral con empleos dignos, llenar los bolsillos de los mexicanos para levantarnos e invertir. Necesitamos una recuperación sostenible que ojalá parta de una economía reparadora.
Antes de la pandemia, la trayectoria de América Latina iba al estancamiento, entre 2014 y 2019 se creció en promedio 0.3 por ciento, según la Cepal y su estudio “Dinámica laboral y políticas de empleo para una recuperación sostenible e inclusiva más allá de la crisis del covid-19”.
En 2021 la región crecerá 5.9 por ciento y la Cepal prevé en 2022 una desaceleración de hasta 2.9 por ciento. El covid agudizó las dificultades, las brechas y las desigualdades, pero la desaceleración refleja también problemas estructurales que arrastramos.
“Para apoyar una recuperación dinámica y transformadora hemos identificado ocho sectores estratégicos que puedan funcionar como motor para un nuevo estilo de desarrollo, potenciar la competitividad, el empleo, bajar la huella ambiental y reducir desigualdades socioeconómicas”, dijo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal.
Los sectores son: la transición a energías renovables, movilidad sostenible en ciudades, revolución digital para universalizar el acceso a internet, la industria manufacturera de la salud vía un plan de autosuficiencia sanitaria, bioeconomía y servicios ecosistémicos, economía del cuidado, turismo sostenible y economía circular.
“La economía circular plantea formas para generar sistemas productivos más resilientes, enfocados en la economía local o regional y que nos protejan de riesgos”, me dijo la doctora Alethia Vázquez Morillas, de la UAM, en Notivox Foros. Por ejemplo, los procesos de recuperación de materiales usados en una cadena de producción generan 20 por ciento más empleos que si se envían los residuos a un relleno sanitario.
Todo negocio o inversión pública, para ser viable, debe partir de preservar los recursos, utilizarlos mejor y regenerarlos para luego reinvertir las utilidades.
Para sobrevivir e impulsar el desarrollo necesitamos rediseñar el futuro. Una economía reparadora puede ser la meta y los ocho sectores de Cepal una guía. Asumamos que quienes trabajaremos para lograr bienestar y prosperidad somos los ciudadanos. Lo invito, querido lector, a primero reimaginar y luego exigir a las instituciones públicas y privadas que replanteen la ruta hacia lo que sabemos que es urgente.
Regina Reyes Heroles
@vivircomoreina