En México nos sentimos más optimistas sobre nuestra habilidad para enfrentar compromisos relacionados con el dinero, hemos cuidado el gasto y hasta optado por mejores hábitos alimenticios. ¿Podremos mantener el buen ritmo y lograr paz mental financiera?
“El porcentaje de consumidores mexicanos optimistas en cuanto al futuro económico del país en el corto plazo incrementó a 46 por ciento, desde 44 por ciento en 2021 y 31 por ciento en 2020”, señala McKinsey en “Los consumidores mexicanos buscan valor y conveniencia, y lo encuentran en línea”. Además, tres de cada 10 aceptan que será más fácil llegar a fin de mes este año.
Este optimismo surge y se mantiene gracias a la precaución asignada al dinero: la mayoría (67 por ciento) acepta que en los últimos 12 meses recortó gastos. Este cuidado incrementó 20 por ciento versus el aplicado antes de la pandemia; no olvidamos la relevancia de estar listos para un día nublado.
Hemos aprendido a priorizar. Si bien solo dos de cada 10 recortan a lo largo y ancho de toda su canasta de compra, según McKinsey, la mayoría opta por recortar en ciertas categorías. Las favoritas son productos de limpieza de casa y lavandería, mientras que helados o vino es en lo que menos ajustamos.
Gastar de más genera la inestabilidad financiera que impide cubrir necesidades a largo plazo o emergencias. Seguir un presupuesto permite aprovechar el dinero, controlarlo y, con disciplina, olvidar el desbalance de una eventualidad. Eso da paz mental.
Al cuidado y optimismo financiero, como mencionaba, hemos sumado nuevos hábitos de alimentación: comemos en casa, cocinamos más y mantenemos el elemento de salud descubierto en la pandemia de covid-19.
La alimentación y las finanzas tienen una relación estrecha. Si una persona con sobrepeso baja 10 por ciento su masa corporal puede reducir sus costos médicos entre 2 mil 200 y hasta 5 mil 300 dólares a lo largo de su vida, según Centers for Disease Control. La salud física y la financiera están tan ligadas que la mitad de los casos de bancarrota en 2001 estuvieron relacionados con problemas médicos, de acuerdo con Rutgers University.
El círculo virtuoso que estamos iniciando —cuidar el gasto y los hábitos alimenticios para tener un futuro financiero más optimista— hace más sentido de lo que imaginamos. No veremos los cambios en un año, ojalá no tiremos la toalla.