¿Cuándo regresará la normalidad?, ¿la recuperación?, ¿tendré/conseguiré empleo?, ¿qué tipo de empleo?, preguntamos buscando certeza.
La mente humana odia la incertidumbre. De hecho, es uno de los principales determinantes de nuestro comportamiento, según el psicólogo Jerome Kagan; buscamos explicaciones para eliminar la angustia por lo desconocido.
“La principal angustia arranca con el tema de salud, el segundo tema es la pérdida del trabajo para 12 millones y luego se presenta la parte económica”, me dijo Héctor Márquez Pitol, director de relaciones institucionales de ManpowerGroup.
Hay que lidiar con muchas incertidumbres. Por eso sorprende que un experto en mercado laboral diga que la responsabilidad de formalizar y dignificar el empleo recae, en parte, en quienes buscamos y aceptamos un trabajo.
“Aunque existe la gran necesidad de trabajar, una vez que tienes criterio, sabes que la diferencia es emplearte en la formalidad o la informalidad. (...) No podemos permitir que se siga dando la informalidad; la formalidad es lo único que nos permitirá a mediano y largo plazos un mejor nivel de vida y un mejor país”.
Héctor tiene razón. Quizá, en medio de la crisis global, hay una oportunidad para México de generar empleos formales para quienes han perdido el suyo. Quizá es momento de revertir el radio uno a uno entre empleo formal e informal.
“Todos buscamos trabajo con una situación apremiante de dinero”, me dijo. Ahí toma la decisión el empleado, pero interviene el rol del empleador y del gobierno, los otros pilares de este triángulo laboral virtuoso o vicioso.
El dueño de una empresa debe buscar que su negocio tenga ganancias, que subsista, y la evasión fiscal es un problema. Igual que el empleado, el empleador debe pensar en el largo plazo y en el bienestar de su negocio, de quienes le permiten hacerlo crecer y del país. Al gobierno le toca “implementar y establecer normas y leyes para que ni se nos ocurra la informalidad”, me comentó Héctor. “Hay una cantidad increíble de formas de pagar a una persona para no pagar impuestos, y eso debe cerrarse”.
Se debe impedir la contratación que evade impuestos. “A los empleados no se les debe contratar o pagar más que como asalariados, que quede escrito y legislado”, añadió. Adiós sociedades cooperativas, subregistros de los salarios ante el IMSS, dar de baja al empleado cada año, y los otros muchos etcétera.
“Así como entre los tres se creó el estatus actual, ahora entre los tres tenemos que salir adelante”, explicó. Queremos un México con empleo digno, tenemos que crearlo nosotros.
Como el futuro del empleo me angustia, busco una explicación que me dé ánimo: ¿no les parece buena señal que el CCE haya sonreído a la iniciativa de reforma a la ley de pensiones? De la pensión digna al empleo digno… ¿hay solo un paso?
@vivircomoreina