Las Fuerzas Armadas del país que se autodefinen como “actores estratégicos para la paz y seguridad del país” y que por misión son las encargadas de la seguridad y bienestar de los mexicanos, ahora también se encargarán de tapar baches y darle mantenimiento a los 51 mil kilómetros de carreteras federales del país, por órdenes del presidente.
La Sedena informó a través de un oficio al titular de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte, que a partir del lunes se encargaran ellos del mantenimiento de las carreteras federales del país, por lo que los 111 mil millones de pesos presupuestados y aprobados por los diputados para la SICT y todo el programa carretero se lo tenían que pasar a los militares. Mal en el fondo y en la forma.
Hoy soldados y marinos son multichambas, se encargaron de la construcción de dos aeropuertos, de la administración de nueves más, crearon una línea área (Mexicana), han construido cientos de sucursales bancarias, han repartido libros y medicinas, tienen asignados algunos tramos del Tren Maya y del tren transistmico y administrar su funcionamiento, controlan las aduanas, los puertos marítimos.
Las responsabilidades de las fuerzas armadas se han multiplicado, pero han descuidado su función principal, que es la seguridad del país, que peligra ante el empoderamiento del crimen organizado, los datos no mienten, más de 179 mil homicidios en este sexenio, más de 40 mil desparecidos, las continuas masacres y el empoderamiento del crimen organizado en muchas zonas del país, que hasta el clero tiene que mediar para negociar la paz.
Las fuerzas armadas son disciplinadas, pero se les ha atado de manos para confrontar a los criminales. El gobierno ha aprovechado el blindaje que les otorga la ley para evitar transparentar el gasto del dinero público, argumentando ser un tema de seguridad nacional.
López Obrador ofreció en campaña regresar las tropas a los cuarteles, pero no solo no cumplió, los ha llenado de contratos, dinero y poder, los ha involucrado en decenas de actividades, distrayéndolos de su función principal, que es la de garantizar la seguridad y el bienestar de los mexicanos. Ni más ni menos.