En mis cuentas, desde hace 10 días la autoridad ha pedido a la sociedad no salir de casa, salvo para asuntos indispensables. Para mí, llevar a la Moska a una caminata matutina es indispensable. El andador de la calle de Mazatlán, camino magnífico. Por si hiciera falta, me explico: la Moska es una pastora belga malinés de máscara negra. Inspira respeto, lo reconozco, empezando por mí que la llevo con cuerda corta. No voy a decir nada de las jacarandas, que quede claro.
Días oscuros, le digo a la Moska; contagios a la vuelta de la esquina, enfermedad, muerte. El paseo debe ser muy temprano para evitar contactos indeseados: 7:30 de la mañana. Allá vamos. No deja de impresionarme la forma en que se repelen quienes caminan por el andador. Me escondo detrás de un árbol si alguien viene corriendo. Supongo que piensa que unos pulmones grandes le salvarán la vida. Igual y sí se la salvan.
De pronto vi venir a los lejos a Gil Gamés. Como lo oyen, al mismísimo Gilga. Nos conocemos de hace tiempo aunque no puedo decir que seamos amigos. O le dan miedo los perros, o le doy miedo yo. Me saludó con una mano como una paloma en vuelo y desapareció.
Seguí mi camino rumbo al Parque España. Descuiden, no volveré a contar la historia del parque que se inauguró en 1921. Una mujer le habla a los árboles, pero en realidad tiene puestos unos audífonos: “yo no me creo esto del coronavirus. Ja. Como si no supiéramos las mentiras del imperio”. Me siento ridículo, pero me alejo. Si me cae una gota de saliva, estoy muerto. De pronto pienso que formo parte de los grupos vulnerables: si te dicen que caí.
La Moska tiene un amigo joven, se llama Ned. Se dicen sus cosas fuertes pero pueden estar cerca y charlar. Ned es un pastor alemán operado y la Moska, ya dije, una pastora malinés, operada también. Moska es la tía de Ned, y le da consejos. Ned: No tomes agua de los charcos sucios. ¿Quieren ustedes un mejor consejo? Les digo a ustedes: no tomen agua de los charcos sucios. Nunca dejará de asombrarme que los gestos de los perros sean humanos. Eso sí: a la Moska le pones una ardilla enfrente y te arrastra. Termina el paseo y te encierras en tu casa. Días extraños.
@RPerezGay
