El tema de la extinción de los fideicomisos del poder judicial de la federación es un episodio más de la confrontación entre los dos bandos políticos del país, dejando en claro que dentro de la estructura del Poder Judicial hay gente honorable y muy trabajadora, sin embargo, las cúspides de ese poder encargado de la impartición de justicia está plagado de intereses políticos, de hecho, actualmente es el bunker donde la oposición se acuartela ya que la mayoría de los ministros y muchos magistrados le deben sus cargos a personajes políticos del anterior régimen y ahí se la están jugando.
Obviamente se aprovecha la coyuntura para plantear el tema como si fuese una injusticia contra los trabajadores del Poder Judicial lo cual es falso, se convierte en un asunto de carácter político que abandera el PAN y PRI desde su frente electoral, con afinidad genuina de algunos ministros que fueron nombrados por esas fuerzas políticas y es el último escollo que le queda a la oposición, su planteamiento al interior de la estructura de éste poder es diferente a lo que realmente sucede con esos grandes caudales de recursos que solo unos cuantos tienen acceso, no es para todos los trabajadores, su manejo es discrecional y desde las cúspides eso lo convierte en un privilegio.
Es de resaltar que el Poder Judicial no ha sido renovado, sigue arraigado en él las viejas prácticas de régimen anterior, prevalece esa cultura de hacer del cargo público una herramienta para el enriquecimiento, hay que señalar que hay corrupción y nepotismo, una serie de vicios que no permiten que su función jurisdiccional sea acorde a los nuevos tiempos, se insiste en que con honrosas excepciones se cuentan elementos valiosos de ese poder dispersos en toda la estructura institucional, pero los que realmente mandan traen la inercia y no están dispuestos a perder los privilegios económicos y de poder.
Es un insulto que los ministros de la Corte ganen más de 600 mil pesos mensuales en un país con mucha desigualdad social, aparte una serie de recursos a su disposición que son excesos, es una insensibilidad y menosprecio a las políticas de austeridad por un enfoque clasista que tienen hacía los pobres; aunado a ello, ya demostraron que hay una serie de resoluciones con tintes políticos para exonerar y otorgar inmunidad a políticos de su mismo grupo y partido que han estado siendo procesados por delitos relacionados con grandes saqueos a la nación y vínculos con la delincuencia organizada.
Por eso es un falso debate el plantear como si fuese un despojo a los trabajadores del poder judicial, no hay tal, el financiamiento que se le otorga para el funcionamiento de su actividad está garantizado en el presupuesto de egresos de la federación, esos fideicomisos tenían recursos almacenados de años atrás que ni siquiera eran utilizados, hay un caso emblemático que salió a la luz en el marco de este debate sobre una pensión como jubilado de 34 mil pesos que se le otorga a un joven de 18 años.
Es un hecho que las determinaciones del poder legislativo serán impugnadas y el litigio será ventilado y resuelto en el pleno de la Suprema Corte que se convierte en Juez y parte, algo que va en contra de los principios constitucionales y de convencionalidad por un evidente conflicto de intereses, el debate jurídico será interesante, el mediático es por excelencia el utilizado por la oposición a base de insultos y calumnias, pero el debate político, técnico, con seriedad no se le ve disposición a los que defienden los fideicomisos del poder judicial.