Conviene revisar con calma las decisiones que está tomando Juan Carlos Osorio. El entrenador de la selección mexicana de futbol, primero que nada, tiene que responder a un calendario de "partidos de preparación" un tanto absurdo. No puede considerarse como tal, para empezar, el enfrentamiento que tendrán a mediados de la próxima semana, en San Antonio, Texas, contra el representativo de Bosnia Herzegovina.
No se puede llamar "partido de preparación" a uno en el que no puedes considerar (al no caer en Fecha FIFA), a los futbolistas que actúan en clubes europeos, los que a todas luces representan la base del conjunto que competirá en el Mundial de Rusia.
Así que Osorio tiene que inventar, literalmente, una selección alternativa para hacer frente a estos partidos recaudatorios. Otra cosa es que no lo quieran reconocer de esta manera y salgan a decirnos que el referido partido servirá para pulir la lista final o para que el entrenador termine las dudas que todavía tiene.
Vamos a revisar línea por línea los jugadores que seguramente estarán entre los 23 que cada selección mundialista debe y puede inscribir. Porteros: Guillermo Ochoa, Jesús Corona y Alfredo Talavera. Este último recién reaparecerá con su equipo en la Liga, tras una larga recuperación de una lesión.
Así que los tres porteros convocados ayer, Rodolfo Cota, Jonathan Orozco y Gibran Lajud, evidentemente están en una segunda línea. Por si alguno de los otros tres se llega a lesionar o por si Talavera no llega a recuperar el gran nivel al que nos acostumbró.
¿Para esto es necesario un partido el 31 de enero? Creo que no. Además, supongo, Osorio podrá ver en acción cuando mucho a dos de los tres guardametas.
Y así línea por línea. Habrá que ver si el entrenador de origen colombiano pone a dos jóvenes mediocampistas recuperadores que han generado un sabor muy agradable en los últimos meses: Víctor Guzmán y Jonathan González. Jugadores por cierto a los que no había llamado antes.
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