Es un equipo conformado por un pie veterano con porteros como Guillermo Ochoa y Alfredo Talavera; defensores como Héctor Moreno y mediocampistas como Andrés Guardado y Héctor Herrera. Luego hay un grupo de jugadores a mitad de su carrera, como Hirving Lozano, Jesús Manuel Corona y Raúl Jiménez (por mencionar a los más destacados). Pero también, y con un protagonismo cada vez más importante, los elementos jóvenes, recién llamados o considerados a la Selección, algunos con proceso en selecciones menores, como: Sebastián Córdova, Diego Lainez, Jorge Sánchez, Luis Romo, César Montes.
Entiendo que casi en automático se le reclame al director técnico cuando las cosas no salen como se esperan. Es el responsable y el que da la cara. Pero Martino ha hecho un muy buen papel, tomando decisiones lógicas y correctas, tanto en el momento de convocar jugadores como en el de los planteamientos tácticos. Por ello, es momento de que en los partidos que siguen de las eliminatorias, tres juegos de visita (El Salvador, Estados Unidos y Canadá), el pie veterano y la generación de mitad de carrera, consolidados como figuras, asuman su responsabilidad.
Pondría mucho más los reflectores en estas siguientes semanas en lo que hagan o dejen de hacer elementos como Ochoa, Moreno, Lozano, Corona y Jiménez o en Héctor Herrera y Guardado, que en lo que decida el entrenador. Hay que empezar a poner en práctica, en el terreno de la crítica, esto de que el futbol lo hacen los jugadores. Un poco más de presión a estos futbolistas, haciéndolos conscientes de su papel y de lo que se espera de ellos, no estaría nada mal. El juego de mañana miércoles en San Salvador es una gran oportunidad para empezar con ello.
Rafael Ocampo
