La definición llegó por la vía de los hechos: la Federación Mexicana de Futbol decidió continuar con Gerardo Tata Martino como el director técnico que estará al frente del equipo nacional en el Mundial de Qatar 2022.
Es verdad que no tiene mucha lógica darle las gracias a un entrenador que consiguió el objetivo marcado: clasificar a la Copa del Mundo. Nadie dijo que además de conseguir este boleto lo tendría que hacer jugando de forma espectacular y dominando de forma contundente el Octagonal.
Pero la realidad es que la Selección Mexicana de Futbol no juega nada bien, ha venido de más a menos con este director técnico y que a falta de siete meses para su debut mundialista transmite sensaciones y certezas absolutamente negativas.
¿Cómo se plantean directivos y cuerpo técnico potenciar, cambiar estas sensaciones generando un juego diferente hasta lo ahora mostrado, un sistema ofensivamente efectivo?
Nadie lo sabe. Nadie de fuera de ese círculo, pero me atrevo a decir que nadie tampoco de dentro.
A algunos se les ocurrió que una medida que habría que tomar es la de convocar nuevamente a Javier Chicharito Hernández, aislado de la Selección por temas entre de disciplina y empatía con los líderes del equipo. Pero casi de inmediato el presidente de la FMF, Yon de Luisa, dijo que esto no era factible. Esto pese a que el delantero viene luciendo en gran forma con el Galaxy de Los Ángeles de la MLS.
Y es que lo que hay que encontrar son soluciones futbolísticas que pasan por nombres con apellido, por líneas del campo que deben de ser reforzadas, con sistemas de juego potenciados con variantes bien ensayadas y con jugadas a balón parado que demuestren que las opciones para hacer goles de verdad pueden crecer.
Falta también conocer con más detalle el plan de trabajo para estos siguientes siete meses. Cuántos partidos de preparación y ante qué rivales. Cuántos días de trabajo. La definición de los titulares y al menos tres opciones en cada puesto.
Rafael Ocampo