Semanas después de que se consumó el fracaso de la Selección Mexicana de Futbol en el Mundial de Qatar, se dio paso a lo que se nos vendió como el gran proyecto transformador de este deporte en el país. Se creó la figura del “Alto Comisionado” y se designó a Juan Carlos Rodríguez al frente. Se dijo que con el apoyo de todos los que conforman este espectáculo deporte en México vendrían grandes cosas.
Cuando Rodríguez finalmente concluyó su proyecto, consistente en conseguir sumas inéditas de inversión que llegarían a través de un fondo internacional, pidió una muestra concreta de unidad y apoyo. Pero las firmas para avanzar se las negaron cuando menos ocho de los dueños de equipos de la Primera División.
Ante la sorpresa generalizada, este hombre presentó su renuncia. Se marchó sin explicar nada a los medios ni a los aficionados. Un mensaje en redes sociales no ha puesto desde que esto sucedió el pasado 13 de diciembre.
Pero no solo no ha hablado Rodríguez. No lo ha hecho nadie de los que deberían haber salido a explicar qué pasó. Nadie sabe a ciencia cierta qué se dijo o qué postura asumieron en esa reunión en la que estuvieron presentes los 14 dueños de los 18 equipos de la máxima categoría.
Hasta este lunes cuando habló Jesús Martínez, el dueño del Grupo Pachuca, quien tiene a los Tuzos y al León. Bueno medio dijo algo. Más bien anunció que lo hará: “Hace medio año que no doy una sola entrevista. Soy un creyente de la libertad de expresión de la trayectoria del periodista, pero vivimos tiempos en que esos valores (credibilidad) están atacados por las noticias falsas. Circulan por las redes, cosas que yo nunca he dicho, en su momento hablaré. Y también hablaremos de los motivos y razones por lo que ocho equipos del futbol mexicano, no firmamos el proyecto del Fondo de Inversión”.
¿Pues qué nos va a contar Jesús que requiere tanto tiempo?