Que historias tan diversas y extrañas las que han protagonizado los entrenadores en esta temporada de la Liga Mx.
La primera sigue siendo la más traumática y atípica. La inesperada renuncia del argentino Martín Anselmi al Cruz Azul cuando estaba por jugarse la fecha tres del torneo. Todo el romance e idilio que este director técnico había mantenido con su afición y cierto sector de la crítica quedó dinamitado. Para quienes no lo recuerdan vino uno de los grandes del futbol europeo, el Porto, y se lo llevó. Había una cláusula de rescisión de contrato que todavía no se paga pues está en litigio ante instancias jurídicas de la FIFA.
Hace apenas unas horas se registró otro movimiento absolutamente inesperado e igualmente raro. Hablo del despido del serbio Veljko Paunovic del timón de los Tigres, que marchan en tercer lugar de la tabla. Que lo corten pese al buen desempeño puede entenderse pues todo indica que, debido a su carácter, la relación con algunas de las muchas estrellas de este equipo era muy mala. Lo que cuesta trabajo asimilar es que quien lo suceda sea un jugador activo, el argentino Guido Pizarro, quien intempestivamente anunció su retiro.
Las Chivas del Guadalajara no podían quedarse atrás y han fabricado un embrollo monumental para concretar la salida del español Óscar García, de resultados muy pobres. Al parecer primero lo indujeron a que de palabra renunciara, pero luego éste se negó a hacerlo y ahora exige un finiquito como si hubiera sido despedido. En esa negociación andan. Pero de que se va, se va.
La salida más “normal” es la de Gustavo Lema, quien dejó a los Pumas por una muy celebrada decisión de su directiva. La afición auriazul no quería al argentino, los resultados no se le daban y además había un gran candidato muy puesto para sucederlo, Efraín Juárez.
Está más que cantada otra salida: la del español Domenec Torrent, del San Luis. Aquí lo raro es que al parecer este hombre está dispuesto a renunciar sin pedir nada a cambio. Esto hoy en día es atípico.