Definitivamente tiene su chiste la Liga Mx. Me gusta muchísimo, particularmente, el misterio que torneo tras torneo se genera en torno al equipo que podrá ser el campeón. Muy pocas competiciones en el mundo del futbol tienen este ingrediente.
El campeonato pasado, el que terminó con el América tricampeón, presentó un cuadro tan difícil de entender y digerir que, lo admito, a muchos les puede resultar desagradable. El Cruz Azul se llevó la fase regular del torneo de forma aplastante, imponiendo de hecho un nuevo registro máximo de puntos. Pero en la Liguilla que define al campeón fue eliminado por el América, que entró de panzazo a esta instancia. Durante esa primera parte, compuesta por 17 jornadas, el América fue claramente superado por varios contendientes y el mismo Cruz Azul les hizo una goleada humillante.
En cuestión de algunas semanas todo puede cambiar en la competición. Es cierto que dominan los clubes más poderosos financieramente, pero los equipos con opción a quedarse con el título pueden llegar a ser hasta la mitad de los que integran la Liga. Nada que ver con lo que sucede en otros países donde todo es cosa siempre de dos, a veces de un tercer club.
Reparo en esto cuando se juega o está por jugarse apenas la fecha 8 del torneo porque venía imponiéndose la especie de que, tras su arranque intimidante, no habrá quién pare al América en su propósito de conseguir el tetracampeonato. No sé si al final lo vaya a conseguir, es un objetivo sin duda al alcance de este club. Pero de que no le resultará un paseo ya hay muestras suficientes.
Insisto en que esto es bueno y debería de ser una razón para que el aficionado se sienta hasta orgulloso de la confección y hechura de su Liga. Hay muchísimos retos y muchísimos problemas que percuden hasta la credibilidad de la competición. Habrá que enfrentarlos y resolverlos. Pero a la par disfrutemos este buen desarrollo competitivo.
