El próximo 14 de noviembre tendrá lugar la V Jornada Mundial de los Pobres, convocada por el papa Francisco. Ya desde 2018 se viene celebrando la semana anterior a la solemnidad de Cristo Rey, conclusión del año litúrgico. Estas jornadas, en general, son una invitación a meditar y a actuar en justicia y solidaridad, y para ello va proponiendo cada año diversos enfoques y temas.
El mensaje para la jornada de este año toma como referencia la frase del Evangelio donde Cristo dice que a "los pobres los tendréis siempre con vosotros".
El pontífice hace ver cómo Jesucristo comprende en sí a todos los pobres y cómo por ellos dio la vida y explica que "el rostro de Dios que Él revela, de hecho, es el de un Padre para los pobres y cercano a los pobres. Toda la obra de Jesús afirma que la pobreza no es fruto de la fatalidad, sino un signo concreto de su presencia entre nosotros. No lo encontramos cuando y donde quisiéramos, sino que lo reconocemos en la vida de los pobres, en su sufrimiento e indigencia, en las condiciones a veces inhumanas en las que se ven obligados a vivir. No me canso de repetir que los pobres son verdaderos evangelizadores porque fueron los primeros en ser evangelizados y llamados a compartir la bienaventuranza del Señor y su Reino.
El papa Francisco dedicó varios párrafos para enriquecer esta idea y más adelante recuerda los ejemplos de santos y santas que compartieron con los pobres su proyecto de vida. Así propone también a los lectores que es necesario adherirse a la invitación de Cristo y ser coherentes con su fe.
Los pobres no son una categoría separada que requiere servicios de caridad, sino personas con las que hay que compartir y participar. La enseñanza cristiana en este sentido va a contracorriente.
Obviamente, el texto contiene muchas otras reflexiones y aspectos. Los obispos mexicanos han compuesto un cuaderno con una serie de temas como subsidio para la jornada de los pobres de este año, procurando seguir las indicaciones del papa Francisco. Ojalá que sus mensajes tengan eco en nosotros.
Pedro Miguel Funes Díaz
