Los senadores de Morena cerraron filas con Américo Villarreal Anaya, su compañero de bancada pero con licencia, quien aspira a ser el próximo gobernador de Tamaulipas a partir del 1 de octubre.
El candidato a la gubernatura por los partidos Morena, Verde y PT estuvo acompañado de 30 integrantes del Senado que representan a distintas entidades del país, porque es amigo, así lo aseguró Ricardo Monreal Ávila, coordinador de los morenistas en la Cámara.
El también presidente de la Junta de Coordinación Política justificó, lo que senadores de oposición calificaron como un mitin político en la mismísima Cámara de Senadores, porque “como representantes de los estados no quieren que se vulnere la voluntad popular en los estados”, y en Tamaulipas según eso se está intentando.
Monreal Ávila pidió “una tregua, a la guerra sucia y al clima de hostilidad y zozobra que se vive en Tamaulipas” y que se permita a la ciudadanía votar en libertad, sin miedo, amenazas y presión ilegal, aseguró.
El espaldarazo de los senadores de la 4T al compañero de bancada ocurre al día siguiente del debate en el que se reiteraron duros señalamientos por la supuesta relación con empresarios de dudosa reputación.
También tras una semana donde la Fiscalía de Justicia estatal figura como acusador de militantes morenistas en cargos públicos, además un activismo electoral, venido a más, de secretarios de Gobierno tamaulipecos a favor del candidato de los partidos PAN, PRI y PRD.
Siete días antes, senadores de fuerzas políticas distintas a las que ayer arroparon a Américo Villarreal estuvieron en Tampico para subrayar los logros conseguidos por la actual gestión panista, sobre todo en seguridad, pero también a advertir que una “mala decisión” del electorado el próximo 5 de junio puede acabar con todo, dijeron, y pasar aquí lo mismo que en Michoacán, Sonora, Veracruz, Zacatecas…
Por cierto, el presidente nacional del PAN, Marko Cortés, siguió en Tamaulipas luego del debate y ayer en Ciudad Victoria reconoció que su candidato vino de menos a más pero que ya ganó la campaña.
Así las cosas cuando resta solo un fin de semana de campañas y días para la elección, el turismo político incrementará porque restará tiempo para proselitismo. _
