De nuevo tumultos, oleadas de desesperación, abusados e ignorados. Es parte de la crisis migrante en nuestro país. Cíclica y que habla de la falta de un plan y una estrategia, del respeto de los derechos humanos.
Entra todo el migrante que quiere, no hay control, los acorralan en el sur, esperan por meses, hacinados, llenos de promesas y riesgos, y terminan acorralados también en el norte, agazapados esperando la menor oportunidad de cruzar puentes, rio o desiertos a Estados Unidos.
No hay paso ni futuro cierto, crisis humanitaria en la que México está sumido y sin visos, ni luces, ni interés de solución. A tal grado que a seis meses de la tragedia en la estación migratoria de ciudad Juárez en donde fallecieron 40 migrantes en un incendio negligente, no hay responsables ni justicia.
Francisco Garduño, pese a todo, aún titular del Instituto Nacional De Migración es señalado, acusado de haber ofrecido dinero y apoyos a familiares de víctimas de ese incendio a cambio de que estos no presenten cargos en su contra y pueda afianzar el quedar exonerado de la tragedia.
Denuncia presentada por Emilio Álvarez Icaza, senador del Grupo Plural, quien anoche así me lo informó en Meganoticias.
De este tamaño los riesgos que viven los migrantes en este México plagado de incapacidades de nuestros funcionarios.
¿Quién pone orden en la casa?
