Palmarito Tochiapa, la junta auxiliar de Quecholac, es el corazón del “triángulo rojo”.
Este territorio poblano está bajo el control de la delincuencia. Los huachicoleros manejan la economía de la zona, los gobiernos municipales, la Policía y la política partidista.
El corredor se extiende a los municipios de Tecamachalco, Esperanza, Ciudad Serdán, Palmar de Bravo, Acatzingo, Tepeaca y Amozoc.
De la noche a la mañana una familia de Palmarito surgió como de exitosos empresarios gasolineros, y lo mismo compraban estaciones de Pemex para la venta de combustible en la zona, que “abastecer” de huachicol al mercado nacional.
De manera sorpresiva esa misma familia adquirió lotes de tráileres de tanques para el transporte de gasolinas robadas, y habían encontrado la “mina de oro” con la primera toma clandestina para “ordeñar” la red de ductos de Petróleos Mexicanos.
Los grupos dedicados a la “ordeña” que lo hacían para una sola familia huachicolera decidieron trabajar por su propia cuenta e hicieron de los ductos de Pemex un “queso gruyet”.
Además de controlar sus respectivas “tomas clandestinas”, los grupos huachicoleros se multiplicaron y empezaron adquirir armamento para vigilar y proteger “sus territorios”.
Es común observar en esa junta auxiliar construcciones de bienes inmuebles de alto valor, con blindajes y sistemas de cámaras de viodeovigilancia, así como camiones pipa y camionetas y autos de lujo.
Después del año 2000 cambió la vocación de la economía de la región, teniendo su mayor auge en la primera década y para 2011 ya había adquirido poder económico y político.
Los casos de José Alejandro Martínez Fuentes, el alcalde de Quecholac, recientemente detenido; y de Pablo Morales, de Palmar de Bravo, en el pasado reciente, son elocuentes.
El PSI hizo alcalde a Martínez Fuentes y lo volvió a postular para reelegirse. Si se aplicara la ley sobre extinción de dominio, ese partido-negocio debería perder su registro y bienes por estar vinculado con la delincuencia. ¿En cuánto le vendieron la candidatura? El huachicoleo se convirtió en el principal sostén de la economía de las familias de la zona, la venta de gasolina se multiplicó en pueblos, comunidades y esa región, y se extendió al resto de estados vecinos y a otras entidades.
Pablo Ruiz Meza