Hace algunos días, mientras chismeaba en twiter, leí un mensaje de uno esos sabiondos que tanto abundan en esa red social. El mentado tuit era la respuesta a una de las miles de quejas amargas por la terrible situación que estamos pasando los microempresarios, y más o menos rezaba así “En teoría todas las empresas y todos los negocios deberían tener un fondo de contingencia para este tipo de situaciones”. En un principio me enojé, pues ni idea tienen de lo que estamos pasando, pero después me puse a reflexionar y supe que él sabiondo tenía razón. Sin embargo, me pongo a pensar y llego a las siguientes razones teóricas:
-En teoría, con nuestros impuestos el gobierno debería tener cubiertos, garantizados y de primer nivel los derechos que constitucionalmente nos corresponden, como la educación, los servicios de salud y sobre todo la seguridad pública.
-Pero en teoría, todos los ciudadanos deberíamos pagar los impuestos que nos corresponden, sin evadirlos y sin buscar al mejor contador para que nos reintegren recursos que a todas luces no nos pertenecen.
-En teoría podríamos haber contralado la pandemia en tres semanas, si les hubiéramos hecho caso a los médicos.
-Pero en teoría todos tenemos derecho a disfrutar nuestras sacrosantas vacaciones en Rincón de Guayabitos, ¿y por qué no?, a echarnos unas alitas y unas miches en el paseo Chapultepec.
-En teoría, nadie debería tirar basura en las calles, escupir, estornudar o toser sin cubrirse.
-Pero en teoría, todos podemos hacer lo que nos plazca, somos libres y estamos en un país libre. Además, para eso “pagamos nuestros impuestos” para que el estado limpie nuestra basura, nuestros escupitajos, nuestros vómitos cuando salimos del antro.
El mayor problema en estos aciagos tiempos de pandemia y cuarentena, no es el virus per se, es la terrible desinformación, sobre todo la desinformación con tajada política. Creemos que nuestras opiniones, con superioridad moral, están por encima de las opiniones de los demás. No importa hacía donde vayan o hacía donde se sesguen, el chiste es que nuestro líder salga bien librado y sobre todo, que nosotros no nos equivoquemos.
Una cosa es muy cierta, en teoría, al Estado le corresponde resolver la pandemia, la cuarentena y todos los avatares que se deriven de estás, como la crisis económica.
Pero en teoría, todos deberíamos saber que el Estado no es el gobierno, el Estado es el conjunto de la sociedad, el territorio, los recursos naturales, las empresas pequeñas, medianas y grandes. Y el motor de todos estos engranes es pues, el gobierno.
Luego entonces, desde ese entendido, todos deberíamos de poner de nuestra parte y para hacer que el engranaje gire, y sí el motor no quiere funcionar, pues con un poquito de gasolina, y va.
