Cultura

El demonio naranja

Las grandes hegemonías políticas y religiosas se producen siempre por medio de un vínculo social, el cual es constituido por un símbolo que amalgama y unifica un entorno sociodemográfico hacía un pensamiento colectivo. Es entonces, cuando la mayoría población tiene una misma idea, que los líderes de esas civilizaciones intentan perpetuar su poder y su forma de pensar. Para lograr lo anterior se debe de contar con un símbolo con el que se identifique la mayoría. Por supuesto, este no debe ser un símbolo que se proyecte hacía el intelecto, sino que por el contrario, debe ser una divisa mítica que se fragüe directamente en lo más profundo de las emociones, como el amor, el miedo y el odio. El ejemplo más palpable es el de Satanás, concepto que se popularizó hasta el siglo XII cómo una entidad que unificó las ideas y los sentimientos de miedo y odio de la población, mismos sentimientos que fueron monopolizados por las religiones y los reinados occidentales. Es claro que esa idea llega a hasta nuestros tiempos y la han utilizado grupos, gobiernos y religiones esgrimiendo la vieja fórmula de buscar y encontrar a un enemigo con el cual combatir desde nuestras vísceras, para entonces alargar lo más posible la hegemonía del poderoso.

En nuestro país somos buenos para esos menesteres, pues nos han controlado toda la vida desde el imaginario con El chamuco, La llorona y hasta con “El chupacabras”. Y para muestra basta un botón, a finales de los años noventa la derecha inoculó en la gente la idea de que AMLO era un “peligro para México”, y veinte años después el tabasqueño hace lo propio con un satánico adversario llamado “mafia del poder”. Pero sin lugar a dudas quien intenta llevarse el campeonato en el noble arte de manipular a las masas es Donald Trump, que fiel a la tradición gringa de inventar enemigos, introyecta en sus posibles electores la creencia de que los diablos causantes de todos los males son China y México. Sin embargo, Mr. Trump nunca se imaginó que el belcebú chino tenía bajo la manga el nuevo sistema operativo “ARK os” para sus modernos teléfonos celulares, y cómo estos ya traerán la tecnología 5G, los usuarios del mundo no dudaran en seguir del lado del maligno. Oh calamidad, es entonces cuando el demonio naranja voltea con el más “güey” del salón y amenaza con imponer aranceles a los aguacates, el tequila y la salsa valentina.Lo malo es que nosotros no tenemos con que responder, a no ser que a alguien se le ocurra instalarle un nuevo sistema operativo a los aguacates, no le veo solución al conflicto sin salir raspados y con un puñito de cacahuates pa’ eso del coraje. A pesar de todo, de las crisis nacen una oportunidad y el presidente puede aprovechar la ocasión e incluir en su lista de diablos a Don Trump, entonces, todos al unísono y al grito de “más si osare un extraño enemigo” dejaríamos de un lado la polarización y entraríamos en franca lucha contra el “orange demon” al menos en lo que comienza la próxima temporada de futbol.

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Oscar Riveroll
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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