La decisión pareciera ya tomada: la candidata del Frente Amplio Opositor (FAO) será la senadora Xóchitl Gálvez. Esto si nos atenemos a que es la opción que está cabildeando Claudio X. González entre las dirigencias de los partidos, como la única que puede enfrentarse en una lucha ‘de iguales’ a Claudia Sheinbaum y que puede conseguir los votos para que en el Congreso se tenga equilibrio.
No fue fácil convencer a Xóchitl de que se bajara de la contienda por CdMx, una apuesta más alcanzable, pero lo más complicado ha sido subir a este proyecto a Marko Cortés, quien tendrá que alinear a sectores del panismo que rechazan a la simpatizante, entre ellos los cinco gobernadores panistas, con apoyo a Creel. A esa operación ya se le conoce como “El Pacto X”. Incluso algunos bromean con el nuevo nombre del empresario como ‘Claudio Xóchitl González’.
Xóchitl se ganó el apoyo del citado empresario en la primera quincena de junio, luego de que se plantara afuera de Palacio Nacional para exigir ingresar a la conferencia de Andrés Manuel López Obrador. De inmediato, el fundador de Mexicanos Contra la Corrupción se comunicó con Marko Cortés, presidente del PAN, para convencerlo de que debían ‘bajar’ a Lilly Téllez y concentrar esfuerzos en la hidalguense.
Los motivos en el FAO para definir la apuesta por Gálvez son varios: un perfil aguerrido, entrón y desparpajado, aunado a un origen popular; no está afiliada a ningún partido, por lo que puede atraer el voto de los indecisos o de los que no simpatizan con el PRI, el PAN y el PRD; y enfrentarse como mujer a Sheinbaum le permitiría confrontarla sin riesgo de caer en ‘machismo’ o ‘misoginia’.
Sumemos que la televisora más poderosa del país no veía con buenos ojos a la ex empleada de Ricardo Salinas Pliego y que la mayoría de panistas hubieran preferido apoyar a Santiago Creel sobre la ex conductora de televisión; el perfil de Xóchitl se ajusta así como una alternativa más transitable, cuando además trae ya un trabajo previo de campaña, preparado para contender por CdMx —con lema y ese concepto de los dedos cruzados que forman una ‘X’—. Pero sobre todo: porque habla el mismo lenguaje que el presidente López Obrador. Y eso vale varios puntos.
Palabras clave
Para construir ese resultado final, el cálculo de los opositores es que los finalistas en su proceso sean Xóchitl Gálvez, Santiago Creel y un/a priista. Quien tenga mejor desempeño en las próximas semanas de entre Enrique de la Madrid y Beatriz Paredes.
