Al hablar de salud reproductiva la planificación familiar se encuentra implícita.
¿Te has planteado alguna vez qué método anticonceptivo sería mejor utilizar para disfrutar tu vida sexual y cuidar tu cuerpo?
¿Quién crees que se preocupe y ocupe más en cuidar su salud sexual y reproductiva? ¿Tú o tu pareja? ¿Has pensado alguna vez en utilizar un anticonceptivo irreversible?
Estas preguntas son más comunes para las mujeres, ya que existe toda una carga social donde los mandatos de género las vinculan con la reproducción y por consecuencia, la mayoría de los hombres nos deslindamos de la corresponsabilidad que conlleva y no solo eso, es un juego sucio donde los hombres buscamos la propia satisfacción sexual alejada de las responsabilidades que la práctica implica.
Nuestra participación en la salud reproductiva es muy limitada, produciendo un estatus de desigualdad, el cual se ve reflejado desde los programas gubernamentales que dirigen sus servicios hacia las mujeres, minimizando la participación activa de los hombres.
Según la ONU, el anticonceptivo más utilizado a nivel mundial es la esterilización en mujeres (OTB o Salpingoclasia), ha sido y es el método más popular y ofertado -a diferencia de la esterilización en hombres (vasectomía)-.
Contrario a lo que se piensa, la vasectomía resulta ser menos costosa, menos invasiva, menos dolorosa, sin ninguna consecuencia a futuro a nivel médico.
La oferta de anticonceptivos según la FDA son 15 opciones para las mujeres y solo 2 para los hombres.
Para las mujeres sus opciones producen consecuencias en sus cuerpos a nivel hormonal, cosa que nosotros jamás hemos padecido.
Como hombres tenemos una deuda histórica con las mujeres y sus derechos sexuales y reproductivos, tenemos que hacernos responsables de nuestra salud reproductiva.
Si nos cuidamos a nosotros mismos, cuidaremos también de nuestras parejas.
Nos toca hacer popular la vasectomía y próximamente el uso de la inyección anticonceptiva para nosotros los hombres, ¿te la aplicarías?
@IncideFemme
