El 2019 fue un gran año para la visibilidad LGBT+ en los medios. Sí, por supuesto que queremos más, mejor y cada vez más diverso, pero se están dando los pasos adecuados. Después de la lamentable Bohemian Rhapsody, Elton John nos entregó una de las películas LGBT+ más hermosas de la historia: Rocketman, la cinta sobre su vida, que no podía ser contada de otra forma. La orientación sexoafectiva de John es el eje en el que gira la cinta porque a él ser gay sí lo define (como a muchos) y ahí la belleza y el valor de Rocketman ¿Quieren saber como se crearon algunas de las canciones pop más hermosas de la historia? Bueno, van a tener que ver besos y romance entre dos hombres, así de simple.
Más allá de la ficción y en el otro extremo generacional, Sam Smith y Jonathan Van Ness hicieron cambios fundamentales en nuestra sociedad con sus acciones. Smith llevó lo no binario al mainstream, al mismo tiempo que sigue lanzando canciones que venden millones (“Dancing with a stranger”), demandaba en su cuenta de twitter que lo llamaran por los pronombres “They/Them” (“elle, elles”), logrando que los medios comenzaran una discusión al respecto y por ende la sociedad.
Por su parte Jonathan Van Ness declaró que vive con VIH y es indetectable. Con esto llevo a los medios la información sobre una de las herramientas que es y será fundamental para acabar con el VIH de una vez por todas y combatir el estigma. Van Ness igual habló sobre su condición (su carga viral es tan baja que no puede transmitir el virus) en el Today show que en YouTube y está llevando un mensaje por el mundo que es indispensable que se conozca, sobre todo en nuestra comunidad. Si bien su lucha por eliminar las normas de género ya era admirable, lo que esta haciendo para combatir al VIH lo ubica en otro nivel, es uno de los activistas LGBT+ más notables de nuestro tiempo.
