Cultura

“No puedo dejar de fumar hierba”

Ayer durante nuestra transmisión en vivo por redes sociales, que durante la emergencia nacional ofrecimos que serían semanales, tuvimos sesión de preguntas y respuestas abiertas y me llamó particularmente la atención de una que tenía que ver con el consumo de marihuana.

“Siento que no puedo dejar de fumar hierba”, fue la pregunta que nos hizo un cibernauta de quien no tenemos más datos pero nos sirvió de inspiración para este artículo.

De bote pronto la respuesta que solemos dar en estos casos es: ¿no puedes o no quieres? ¿lo has intentado? ¿qué estás dispuesto a hacer para dejarlo?

Al igual que en el consumo de sustancias psicotrópicas, de las que hemos explicado que los tres tipos de consumidores que están clasificados son el uso, abuso y dependencia (DSM-IV), esta pregunta nos sirve para explicar algunas generalidades que suelen hacernos a los especialistas quienes dudan haber desarrollado ya la enfermedad de la adicción.

Evidentemente sin ahondar en este caso en particular, es importante para nosotros conocer algunos datos como la edad, tiempo de consumo, forma de hacerlo, “servicio” que brinda la droga, datos biográficos emocionales importantes y algunas variables adicionales que nos sirven a nosotros para diagnosticar si se está en la etapa de abuso o ya se pasó a la dependencia, lo que obliga diferentes tipos de tratamientos, además por supuesto de conocer sobre la sustancia de presencia y sus efectos en la persona.

Vamos a suponer que decir “siento que no puedo dejarlo” es un indicador de dependencia o adicción, por lo que acto seguido tendríamos que conocer la fase crónica en la que el paciente pudiera encontrarse y con ello además de establecer una hipótesis terapéutica y, trazar una posible ruta de rehabilitación.

En caso de que el consultante se encuentre en el sincero deseo de dejar de consumir y que se puede comprometer con el tratamiento estamos en posibilidad de comenzar la ruta.

En esta ocasión nos enfocaremos a un modelo ambulatorio que implica terapia individual, eventual atención médica y psiquiátrica complementaria y asistencia a grupo de ayuda mutua.

Recordamos que los otros dos modelos son el residencial, que consta del internamiento en una clínica que cumple la norma y el tercero que es solamente acudir a un grupo de 12 pasos.

Situémoslo entonces en el tratamiento ambulatorio y supongamos que el prospecto está dispuesto a seguir las indicaciones, por lo que nos preguntaría, ¿en qué consiste el trabajo?

En primer lugar voy a darle preponderancia al aspecto médico por lo que les pedimos que asistan con un psiquiatra para que les realice un diagnóstico diferencial y pueda prescribir, en caso de ser necesario, medicamento tanto para la fase de desintoxicación como para paliar los síntomas del síndrome de supresión o abstinencia que suele presentarse en la primera fase de la recuperación y que solo un profesional de la salud mental está capacitado para recetar.

Es sugerido no automedicarse y, para aquellos que dicen tener problema o animadversión con los fármacos psiquiátricos, recordar que la adicción es una enfermedad del cerebro y que en ocasiones, no siempre, requiere inevitablemente de esta fase del proceso, de la mano de un médico especialista.

En paralelo es deseable también tener análisis generales para conocer el estado físico y orgánico del paciente, saber de otro tipo de padecimientos que pueda sufrir y tener un cuadro clínico completo, particularmente durante las primeras semanas.

El segundo componente de este modelo es la terapia individual con un especialista en adicciones, que establecerá el trabajo personal y las técnicas de rehabilitación, dependiendo del perfil del paciente y, llevara el récord de avance y los retos y oportunidades de todas las fases que dure el proceso, desde la desintoxicación y abstinencia, hasta las etapas de prevención de recaídas y la eventual remisión permanente y mantenimiento del caso.

Por último y no menos importante, se sugiere la terapia grupal, ya sea a través del exitoso modelo de los 12 pasos de los alcohólicos anónimos (que ha sido adoptado por otras adicciones) y en casos de reticencia hacia este programa, sustituirlo por asistencia a grupos terapéuticos moderados por un especialista, debido a la importancia de convivir con otros adictos, con todos los beneficios comprobados que esto tiene.

Hablando de modelo ambulatorio este es el modelo descrito a groso modo, aunque estamos conscientes de que en el camino existen muchas otras variables, desde quienes descartan la atención médica y a la terapia individual y a quienes se les sugiere pegarse a su grupo de ayuda mutua. Por el otro extremo, los que rehusan la exposición ante otras personas y rechazan los grupos y a quienes se les ofrece una terapia individual, aclarándoles que mientras más herramientas se tengan más sólida será la recuperación.

Dato importante en todos los modelos es el camino espiritual, que no es lo mismo que religión y que, en lo personal, junto al abordaje humanista de Rogers, son para mi herramientas de gran utilidad en el proceso.

En todo caso, lo importante para responder la pregunta de “pienso que no puedo dejar de consumir”, es la honestidad, la buena voluntad y el deseo verdadero de lograrlo, a pesar de que el camino no siempre sea fácil e incluya algunos tropezones.

Google news logo
Síguenos en
Omar Cervantes
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.