Javier Hernández ya lo dijo, no hablará con Gerardo Martino. El futbolista tiene claro que si lo quieren llamar a la Selección Mexicana lo deben hacer por sus cualidades, por el momento que vive y no por lo que pudiera hacer más allá de eso para convencer al Tata de que quiere regresar, de que quiere ser parte de un plantel que el timonel ha llevado con mano dura.
Del otro lado, Martino está convencido que Rogelio Funes Mori es la pieza que le falta a su equipo, tras la ausencia de Raúl Jiménez, que pueden salir adelante sin Hernández, el máximo goleador del Tricolor con 52 tantos.
Entonces, hay poco que hacer en un caso en el que ambas partes no quieren ceder. Ni Javier está dispuesto a platicar con Martino ni éste a convocar a un jugador que no se compromete con este férreo proceso.
La historia de la indisciplina de Hernández ya es sabida, también que los directivos y el entrenador niegan que esté vetado por ello. Ellos sabrán hasta dónde sostiene esas palabras. Lo cierto es que, hoy la elección es Rogelio Funes Mori, y Martino está dispuesto a jugarse sus cartas con él, en un momento en el que su proceso pasa por una etapa de tensión, porque los últimos resultados no se dieron.
Minelli Atayde