El futuro de una ciudad tiene una larga lista de asuntos públicos, empezando por los servicios que le dan constitucionalmente sentido al municipio, el desarrollo urbano, la competitividad económica, la asistencia social, la atención de la marginación y la pobreza, la educación y la salud que aunque no son competencia municipal si son de su incumbencia, pues son la base del desarrollo de la población. Todo esto con el fin de llevar calidad de vida a las personas.
Cada uno de estos temas son un gran reto y cuando buscamos las mejores prácticas municipales en el mundo encontramos por ejemplo que Dubai a pesar de ser una ciudad sin pobreza tiene un alto nivel de contaminación con gases de efecto invernadero. Boston que es el centro universitario más importante del mundo, es una ciudad con más de mil indigentes por cada 100 mil habitantes. Tal parece que las ciudades pueden lograr calidad de vida en general y no evitar problemas que afectan a muchos seres humanos.
Esto me lleva a pensar que los políticos y estudiosos de los asuntos públicos nos hemos equivocado. Nos hemos preocupado por construir ciudades y no por las personas que construyen nuestras ciudades. Trabajar por el ser humano, es trabajar por todos los aspectos de la sociedad, una persona que conoce y desarrolla su humanidad será un ciudadano que cuida la infraestructura, que genera proyectos socialmente responsables, que habita colonias donde no tiene cabida la descomposición social que significa el crimen organizado.
¿Cómo podemos hacer una mejor sociedad? Miles de personas trabajan día a día en asociaciones iglesias, colonias, buscando brindar a muchos torreonenses la formación necesarias para afrontar su vida con capacidad y responsabilidad.
Miles de personas también trabajamos en el servicio público con la finalidad de generar una mejor calidad de vida. Estos esfuerzos debemos unificarlos.
Hacer una mejor sociedad no le toca solo a las familias, a las escuelas, a las iglesias de cualquier denominación, los valores y el futuro son de todos y por ello son un bien público que el gobierno debe impulsar asumiendo el liderazgo de los seres humanos que conformamos esta ciudad: Torreón.