A partir del 1 de marzo, estamos en campañas electorales y lo demás parece suspenderse o de plano desaparecer de la conversación, de la opinión pública y aun de la mesa de amistades y familiares. Por un lado, es lógico pues la situación del país no parece haber cambiado en algo sustancial tal como la seguridad pública, el control del crimen y la protección del medio ambiente.
La cotidiana publicación de diarios, sitios web, reportajes y revistas de análisis mantiene y aun ha incrementado el número de reportes de actos violentos en contra de personas, del aparato de seguridad del Estado y aún de las personas presentes, sin intención alguna, en lugares de eventos criminales. Todo aunado al crecimiento de los números de desaparecidos/das, de muertes violentas y daño a la seguridad pública.
El tiempo electoral, el cual implica siempre la duda sobre quién triunfará en esa contienda, es un tiempo cuya brevedad e intensidad parece suprimir la importancia de todo lo demás. Y si bien es importante escuchar las propuestas y análisis de candidatos y organizaciones ciudadanas, empresariales y partidos políticos, eso no es todo lo que importa y afecta a l vida cotidiana de la población y aun de grupos más vulnerables. La promesas y posturas de los políticos participantes en la lid son eso: promesas y posturas, en tanto que fenómenos como la búsqueda de las personas desaparecidas es una lichas sin calendario y de gran importancia para la civilidad y la ética política de ciudadanos y autoridades.
Un ejemplo de temas ausentes de las lides electorales y muy presente en estos mismos días es la situación medioambiental del país. La dinámica del clima esta provocando situaciones de urgente atención por autoridades y población en general. Y ninguna promesa o discusión en el ámbito electoral ayudará para una mayor atención desde ya para tomar las medidas necesarias y posibles para proteger y advertir a la población, por ejemplo, del grado de sequía y sus efectos que tendremos en este próximo estiaje, en las distintas zonas del país. Hace falta que la autoridad estudie, revise y prevea las medidas que las poblaciones hemos de tomar para mitigar los efectos negativos esperables.
El país en su conjunto estará muy pronto sumido en sequía. Las consecuencias piden acciones preventivas. ¿Estamos preocupados por realizar esas medidas? Y así, diez temas más.